MADRID.- El excandidato opositor venezolano Edmundo González Urrutia se reunió el jueves con el presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, cuatro días después de huir al país europeo tras un acuerdo negociado con el régimen de Nicolás Maduro.
González es considerado por la oposición venezolana y varios países, entre ellos Estados Unidos, como el legítimo ganador de las elecciones presidenciales del 28 de julio. Pero tras semanas oculto en Caracas en la embajada de Holanda primero, y luego en la de España, sorprendió a sus seguidores el domingo al llegar a Madrid. En ese momento Sánchez estaba fuera del país, en un viaje oficial a China.
Sánchez confirmó la visita del candidato presidencial venezolano con un video en la red social X en el que aparecen paseando juntos por los jardines del palacio, a las afueras de Madrid. González fue recibido como una muestra del “compromiso humanitario y la solidaridad de España con los venezolanos”, agregó el mensaje.
La visita se produce un día después de que el Congreso de los Diputados aprobó una moción no vinculante presentada por el conservador Partido Popular que pide al gobierno de coalición de izquierdas liderado por Sánchez que reconozca al opositor como el presidente electo de la nación sudamericana. El gobierno español respalda la posición de la Unión Europea de reclamar a Maduro que haga públicas las actas de la votación antes de reconocer al vencedor de los comicios.
Esta iniciativa fue simbólica y no vinculante, ya que no obliga al Ejecutivo de Sánchez a adoptar esta postura. El Parlamento Europeo debatirá el resultado de las elecciones de Venezuela en un pleno el próximo martes en Estrasburgo, Francia.
Durante el debate, participaron figuras opositoras venezolanas como Leopoldo López y Antonio Ledezma, así como la hija de González Urrutia, Carolina González, que se manifestaron frente al Congreso en apoyo de la propuesta.
La resolución también pide al gobierno español que lidere el reconocimiento de González en las instituciones europeas e internacionales y que abogue por una transición democrática en Venezuela, respetando los resultados de las elecciones denunciadas como fraudulentas por la oposición venezolana.
Nicolás Maduro y su gobierno han amenazado con romper todas las relaciones diplomáticas, consulares, económicas y comerciales con España en respuesta a la decisión del Congreso español de reconocer a Edmundo González Urrutia como presidente electo de Venezuela.
Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, pidió el miércoles “que se rompan de inmediato todas las relaciones diplomáticas, todas las relaciones comerciales”.
“Que se vayan de aquí todos los representantes de la delegación del gobierno de España y nos traemos a los nuestros”, añadió Rodríguez en una intervención ante la cámara, en la que apuntó que “todas las actividades de índole comercial de empresas españolas sean cerradas de inmediato”.
González, que fungió como embajador en la Argentina durante la presidencia del fallecido Hugo Chávez, aterrizó el domingo en un aeropuerto militar cerca de Madrid, a donde llegó a bordo de un avión militar español. Desde las presidenciales, él y la líder de facto de la oposición venezolana, María Corina Machado, han estado ocultos mientras las fuerzas de seguridad arrestaban a más de 2000 personas, muchas de ellas venezolanos jóvenes que salieron a la calle de forma espontánea para protestar por la presunta manipulación de las elecciones por parte de Maduro.
España ha sido uno de los principales destinos para el éxodo venezolano, sobre todo entre quienes en su día lideraron la oposición al régimen de Maduro, como Leopoldo López -que huyó al país para reunirse con su familia en 2020- y Antonio Ledezma, quien llegó en 2017.
Unos 44.000 venezolanos emigraron a España en los seis primeros meses de este año. Las últimas estadísticas del gobierno español, de 2022, decían que unos 212.000 venezolanos residían entonces en el país.
Cuando el Congreso español comenzó a debatir la propuesta el martes, cientos de venezolanos se manifestaron frente el legislativo, entre ellos la hija de González Urrutia, quien leyó un mensaje de su padre que pidió a los opositores que “no desmayen”.
Se estima que en España viven unos 280.000 venezolanos, incluidos varios dirigentes opositores. La cifra no incluye aquellos que adquirieron la nacionalidad española.
Jorge Rodríguez acusó al país europeo de convertirse en “refugio” de “homicidas”, “golpistas” y “violentos”.
La justicia venezolana, acusada de servir al chavismo, buscaba a González Urrutia por diversos delitos, por la difusión de copias de las actas electorales en una página web que le atribuyen el triunfo electoral.
Ante la posibilidad de ruptura de relaciones, la vocera del gobierno español, Pilar Alegría, afirmó este jueves a periodistas que su país tiene “interés” en “siempre trabajar para mantener las mejores relaciones con el pueblo venezolano”.
“La embajada en Venezuela está trabajando con absoluta normalidad”, agregó.
Agencias AP y Reuters
LA NACION