Con números en la mano (y casi pidiendo un pizarrón), dijo : “En 14 meses aumentamos 72 puntos el famoso A01 del nomenclador básico”. Traducido: “Mirá, profe, en un año y monedas te subimos más que lo que te subieron en 11 años de Gioja y Uñac juntos, que en vez de aumentos te daban estampitas de San Expedito”.
Después se apuró en aclarar: “Los gremios son aliados, pero ojo… ¡no son nuestros socios políticos!”. O sea, se juntan a comer, pero cada uno paga su parte, no vaya a ser cosa que los acusen de dividir una pizza con el mismo cuchillo que cortaron el asado.
Achem también se despachó con un palito para los sindicatos:
“Están acostumbrados a que antes los destrataran”. Traducción libre: Antes los malcriaban a los gritos, ahora los malcrían los números reales de la economía.
Y para cerrar, criticó las marchas y paros:
“Eso no beneficia a nadie”. Claro, porque cortar calles y hacer ruido ya no sirve. En resumen: Emilio Achem se plantó como el profe en clase: “Chicos, los niños de esta salita hicimos la tarea, ustedes hagan silencio, y nada de piquetes en la puerta de la escuela porque molestan a los vecinos”.
Y para despejar dudas, el funcionario aclaró que no quieren ser parte del “circo”. Traducción: Los otros partidos que ya tienen payasos, trapecistas y hasta domadores de egos… solo les falta poner la carpa en la Plaza 25.
Achem tiró la frase seria: “El futuro de San Juan dependerá de cómo quede el Congreso”. O sea: que si allá se arma lío, acá desempolvan el plan B, C y hasta la Z, pero siempre con la cara de póker que debe tener todo político, y si no la tiene, que la compre.

