Un año y un mes después de quedar detenido por primera vez por defraudar al Estado con las tarjetas de la Legislatura bonaerense, Julio «Chocolate» Rigau, dejará las celdas penitenciarias y podrá volver a su casa de la zona de Melchor Romero. El tribunal de Casación penal bonaerense le otorgó este miércoles -por 2 votos contra 1- la prisión domiciliaria al puntero del PJ platense involucrado en la causa en que se investiga la sustracción de 464 millones de pesos de la legislatura bonaerense por extracción de sueldos de empleados “ñoqui”.
Sus problemas de presión alta y un intenso debate sobre las garantías y los derechos de los procesados por delitos penales, volcaron la decisión de los jueces. El beneficio procesal no se hará efectivo de inmediato. La fiscalía de Cassación podría apelar y en ese caso se demoraría el trámite de morigeración, explicaron fuentes judiciales a Clarín. Por ahora seguirá en un pabellón penitenciario.
Del análisis de los elementos de prueba y “por razones humanitarias” los camaristas Mario Kohan y Fernando Mancini votaron a favor de rechazar otro dictamen que había dispuesto la continuidad de la prisión para Rigau hasta el final del proceso, en el juicio oral.
El dirigente de varios sectores del peronismo platense está preso desde el 12 de septiembre del año pasado, días después que lo vieron cuando retiraba más de dos millones de pesos de cajeros automáticos del Bapro situado en 7 y 54, pleno centro de la capital provincial. La causa es por presunta asociación ilícita y defraudación reiterada al Estado.
Rigau presentó -a través de sus abogados- pruebas médicas de que afronta un «grave cuadro de hipertensión». Hasta ahora, su situación sanitaria era abordada por los profesionales del Servicio Penitenciario. Con el dictamen de Casación, tendrá la posibilidad de seguir el tratamiento en su casa.
También se analizó un planteo por un cuadro depresivo del acusado. Es que después del fallecimiento de su esposa, Rigau habría tenido situaciones de derrumbe anímico convalidado por médicos y psiquiatras. Sin embargo, en su voto en disidencia, María Florencia Budiño consideró que los especialistas también corroboraron «la ausencia de un cuadro anímico de depresión tratable psiquiátricamente y a la falta de evidencia de alteraciones patológicas significativas», en la salud.
Según se pudo comprobar en la investigación «Chocolate» cobraba todos los meses los haberes de 48 agentes que figuraban en la planta de la Cámara de Diputados de la provincia. Luego, ex concejal massista Facundo Albini y a su padre Claudio Albini, exsubdirector de personal de la Cámara baja bonaerense. Los Albini también están con prisión preventiva confirmada por la Cámara Penal de La Plata.
El pedido de prisión domiciliaria había sido planteado ante el juez de Garantías, Guillermo Atencio y ante la Cámara. Ambos habían rechazado el requerimiento. Entonces, la defensa que está a cargo del estudio de Alfredo Gascón, llevó el recurso al máximo tribunal de decisión penal.
Y este miércoles, por mayoría se hizo lugar al recurso de casación interpuesto y se dispuso “la detención de Julio Segundo Rigau en carácter de morigerada, en los términos del art. 163 inc. 1° del CPP, debiendo el Señor Juez de Garantías interviniente imponer el control o la vigilancia que entienda adecuados para el caso”, señala el fallo al que accedió Clarín.
Ahora, Atencio deberá requerir un informe a la subdieccion General de Supervisión Electrónica del SPB un informe en el domicilio de Rigau para ver si tiene condiciones técnicas para el monitoreo con pulsera. Y cuando ese trámite esté resuelto se le concederá el beneficio, explicaron a Clarín en los Tribunales de La Plata.
Es la segunda vez que Casación debe resolver un incidente derivado de este proceso que puso en foco severas irregularidades del sistema político bonaerense.
A los pocos días de la primera detención de Rigau, la Sala III de la Cámara Penal, decidió anular todo el procedimiento (la detención del imputado y el secuestro del celular, el dinero y las anotaciones de Chocolate) por cuestiones de procedimiento. Fue al hacer lugar a un habeas corpus pedido por la defensa.
Fue un escándalo judicial. Los camaristas que votaron en esa dirección -Alejandro Villordo y Juan Alberto Benavides- quedaron en medio de una tormenta jurídica. Y con derivaciones políticas. Porque le liberación del «cajero» de Diputados y el desmoronamiento de la investigación provocó una fuerte reacción.
Desde la Procuración de la Suprema Corte y desde sectores de la oposición pidieron el «jury» (enjuiciamiento de magistrados) para los jueces que beneficiaron a Rigau. Luego esas carpetas con el procedimiento que podría sancionarlos o relevarlos de la magistratura, quedaron «cajoneados». Nunca más tuvieron movimiento en la Secretaría de Enjuiciamiento que funciona en el Senado.
Benavidez y Villordo habían anulado la causa con el argumento de que la Policía le avisó a la fiscal de turno recién cuando Rigau fue trasladado a la comisaría. Pero además dijeron que se “violó la privacidad” del puntero que recaudaba millones con los sueldos de supuestos empleados de la Legislatura.
Pero esa decisión fue también a Casación. Y esta misma sala decidió revertir la decisión de Villordo-Benavidez. Así el proceso contra Chocolate y los Albini avanzó con las tareas de recolección de prueba a cargo de Betina Lacky, fiscal penal, y el resguardo de garantías procesales de Atencio.
La Plata (Corresponsalía)