WASHINGTON.- La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) anunció este viernes que dejará en tierra el Starship de SpaceX a la espera de una investigación de la compañía de Elon Musk sobre por qué el módulo superior del cohete se desintegró sobre el Caribe durante su último vuelo.
Según el procedimiento, SpaceX deberá llevar a cabo una “investigación de accidente”, incluida la identificación de cualquier acción correctiva, que la FAA revisará antes de determinar que el vehículo de lanzamiento puede volver a volar.
SpaceX puede presentar una solicitud para volver a volar si completa una presentación que demuestre que ha tomado medidas preventivas y que el accidente no puso en peligro la seguridad pública.
“La FAA está exigiendo a SpaceX que realice una investigación de accidente sobre la pérdida del vehículo Starship durante las operaciones de lanzamiento el 16 de enero», dijo la agencia.
“No hay informes de lesiones públicas, y la FAA está trabajando con SpaceX y las autoridades correspondientes para confirmar los informes de daños a la propiedad pública en las Islas Turcas y Caicos».
La FAA agregó que durante el evento debió activar brevemente un protocolo de “área de respuesta a escombros” para reducir la velocidad de los aviones fuera del área donde caían los escombros, o detenerlos antes del despegue.
Incluso, algunos pasajeros lograron capturar desde las ventanas de sus aviones impresionantes imágenes de la lluvia de restos cayendo sobre el Caribe, videos que rápidamente se viralizaron en las redes sociales.
“Varias aeronaves solicitaron desviarse debido a los bajos niveles de combustible mientras se mantenían fuera de las áreas impactadas», precisó.
Starship es el cohete más grande y poderoso jamás construido, y es clave para las ambiciones de Musk de colonizar Marte.
Musk dijo que las indicaciones preliminares señalan que el combustible que se filtraba acumuló presión en la cavidad sobre el cortafuegos del motor. El incendio resultante habría provocado la desintegración de la nave espacial. La compañía prometió “una investigación exhaustiva” en coordinación con la FAA.
Mientras tanto, la agencia espacial estadounidense NASA espera usar una versión modificada del cohete como un módulo de aterrizaje lunar para sus misiones tripuladas Artemis para regresar a la Luna.
El lanzamiento sin tripulación del jueves fue la séptima prueba orbital de Starship, y la primera que involucró una versión mejorada del cohete.
El cohete incluía varias mejoras significativas, como un diseño más largo, tanques de combustible más grandes y modificaciones en los sistemas de propulsión y control. También se esperaba probar un innovador sistema de despliegue de satélites. Sin embargo, estos avances aún no han garantizado la confiabilidad completa del sistema.
Agencias AFP y Reuters
