Si buscas un enfoque más desfachatado, aquí tienes una versión con un toque de irreverencia:
«Ahora se viene la Boleta Única de Sufragio, adiós al voto cadena y a las malas jugadas de siempre. Ya no más boletas impresas como si fueran folletos publicitarios, porque el costo de impresión va a bajar y la igualdad entre los candidatos va a ser real (bueno, en teoría). Además, se le pone un freno a la reelección infinita de los Diputados, porque parece que ya estamos cansados de ver siempre las mismas caras. Y para colmo, se actualizan los procedimientos con la tecnología, porque claramente ya no estamos en la Edad Media. Ah, y de paso, se dejan claras las reglas del juego: ¡fuera las agrupaciones raras y a ponerse serios con los frentes electorales!»