A Lionel Messi no lo respetaron en Canadá. Al menos dentro de la cancha y durante los primeros 45 minutos de la ida de las semifinales de la Concachampions. Es que, en varios pasajes, intentaron desestabilizarlo emocionalmente para evitar que sea el conductor del Inter Miami. Lo buscaron y lo encontraron al rosarino. Y el que pudo provocarlo fue, precisamente, un argentino nacionalizado paraguayo como Adrián Andrés Cubas.
¡MESSI SE CALENTÓ Y TUVO UN PICANTE CRUCE CON EL EX-BOCA, CUBAS!
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— SportsCenter (@SC_ESPN) April 25, 2025
El cruce ocurrió sobre los 28 minutos de la primera mitad, justo después del 1-0 de Vancouver Whitecaps, cuando Messi gambeteó al mediocampista que surgió de las divisiones inferiores de Boca, quien intentó agarrarlo y, justo al momento del remate -que salió por arriba del travesaño- siguió el empujón y estiró la pierna para impactar al campeón del mundo rosarino.
«¿No te gustó?», se alcanzó a leer de los labios de Cubas, mientras Messi le recriminaba la acción cara a cara y a centímetros del árbitro guatemalteco Mario Escobar.
No quedó ahí la cuestión, porque siguieron intercambiando palabras durante un par de minutos, que obligó al juez a llamarles la atención nuevamente, con la amenaza de una amonestación para ambos. Fue Messi el que le insistía en su acción desleal y Cubas, más allá de esa picante respuesta inicial, el que intentaba no entrar en el ida y vuelta, más allá de alguna sonrisa socarrona.
El siguiente capítulo fue cuando Messi, desacostumbrado a este tipo de acciones, intentó ir al piso para marcar a Cubas, pero llegó a destiempo y terminó en el piso.
En los primeros segundos del complemento, hubo devolución de gentilezas pero no fue Messi el que lo ejecutó. Jordi Alba, su eterno ladero en Barcelona y ahora también en Inter Miami, cargó por la espalda de Cubas que quedó tendido en el círculo central.
A principios de 2016, Andrés Cubas fue el más votado en una encuesta de un sitio especializado en torneos Conmebol para elegir al mejor jugador Sub 20 de la Argentina.
El misionero, hoy de 28 años y que en ese momento la rompía en Boca, le ganó a Emanuel Mammana (River), Cristian Espinoza (Huracán), Giovani Lo Celso (Rosario Central), Giovanni Simeone (River), Augusto Batalla (River), Sebastián Driussi (River), Denis Rodríguez (Newell’s), Cristián Pavón (Boca) y David Barbona (Estudiantes de La Plata).
El volante central debutó en 2014 en la Primera División de Boca. Había llegado al club con apenas 12 años traído por un ojeador que lo vio jugando en la liga regional de su ciudad Aristóbulo del Valle. Pasó la prueba y rápidamente se destacó como un volante central con gran capacidad para recuperar la pelota.
En 2015 fue convocado por Humberto Grondona para la selección Sub 20 que disputó el mundial de Nueva Zelanda. Jugó los tres partidos en aquel torneo en que los argentinos quedaron eliminados en primera rueda. En 2016 dejó el club de la Ribera, después de haber jugado un total de 44 partidos con un gol. Muchos hinchas destacaron en las redes que no tuvo las oportunidades que merecía.
Luego pasó por el Pescara de Italia, donde jugó apenas un partido y Defensa y Justicia hasta llegar a Talleres de Córdoba, donde explotó definitivamente y recibió el llamado de Paraguay para nacionalizarse, porque sus padres nacieron en tierra guaraní. Fue la segunda vez, porque ya había rechazado en primera instancia cuando Ramón Díaz era el entrenador.