Después de un discreto partido, Central Córdoba de Santiago del Estero se impuso en la definición por penales y eliminó a Newell’s de la Copa Argentina. Hasta el choque en San Nicolás, el historial entre ambos se acotaba a 10 partidos y ninguno había sido empate. Y todo lo que no se había concretado en 90 minutos, ocurrió en los remates desde los doce pasos. Así, el Ferroviario jugará ante Temperley por un lugar en las semifinales.
En el primer tiempo los dos tuvieron llegadas. Jugadas interesantes y bien armadas, pero con el mismo final: la última puntada sin puntería. Excepto el último suspiro de la primera parte cuando Newell’s no pasó al frente porque el remate de Fernando Cardozo fue contenido por Luis Ingolotti, que terminó siendo fundamental en la tanda de penales. El resto de las situaciones no demandó la intervención del último hombre. Todos los tiros se fueron lejos.
Cuando no está, el VAR es una de las herramientas que más se extraña. Porque las dudas sobre supuestos penales se reducen a pataleos y la sensación de injusticia recae en el árbitro -a la antigua, Jorge Baliño negaba los reclamos-, a diferencia de cuando hay verificación en la pantalla y esa misma sensación se reparte entre los referis de campo y los que verifican las imágenes.
El equipo de Sebastián Méndez tuvo el protagonismo en la segunda parte, pero del mismo modo que en la primera, los goles no llegaron. La mejor del complemento fue un tiro libre de Matko Miljevic que hizo lucir a Ingolotti. La ausencia de tantos llevó a los dos a un arco para definir desde los 12 pasos.
Ingolotti le tapó el remate a Gabriel Carabajal y Newell’s, que comenzó la serie, arrancó en cero. Kevin Vázquez inauguró los tiros del Ferroviario y puso al equipo arriba. Tomás Pérez la puso despacito al palo derecho del arquero, que esta vez no pudo. Con poca carrera, Juan Meli puso el 2 a 1. Saúl Salcedo no fue menos que el resto y volvió a elegir el mismo palo para convertir.
La cosa se equilibró con el tiro de Lucas Varaldo, que estrelló la pelota contra el travesaño. Gustavo Velázquez tenía la oportunidad de meterle presión a Central Córdoba, pero Ingolotti volvió a contener. Rodrigo Atencio no lo aprovechó y su zurdazo también mandó la pelota al larguero. Milkjevic -sin puntería, directamente afuera- se la dejó servida a Lucas Abascia que con un derechazo puso a su equipo en cuartos de final.