Los violentos enfrentamientos durante una asamblea estudiantil en la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), por los que la casa de altos estudios responsabilizó a «infiltrados libertarios», no sólo agudizó una causa sensible como es la crisis universitaria sino que también tuvo efectos hacia la interior de La Libertad Avanza, donde no cayó nada bien ver a un grupo militantes del oficialismo asociados a estos desmanes.
Luego que la Policía identificara al joven que tiró gas pimienta en medio de los forcejeos como Tomas Nierenberger, en círculos libertarios lo asociaron al grupo de militantes de la concejal de Quilmes Estefanía Albasetti (LLA) y a su jefe político, el secretario de Culto y Civilización, Nahuel Sotelo, también referente de la agrupación La Julio Argentino.
Con todo, en el entorno de Sotelo negaron conocer a Nierenberger aunque reconocieron que la concejal forma parte del grupo político de este dirigente, que aspira a crecer territorialmente en este partido de la decisiva tercera sección electoral bonaerense.
El comunicado de la UNQ también vincula al grupo de libertarios que «desembarcaron en la Universidad» como personas «que posteriormente se identificaron como relacionadas a la concejala local Estefanía Albasetti» y acusan a quien arrojó gas pimienta durante los desmanes de haberse hecho fotografiar «en las inmediaciones de nuestra Universidad fingiendo haber sido agredido».
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El momento en que un joven libertario tira gas pimienta en la Universidad de Quilmes.
A la misma conclusión llegan en el municipio gobernado por la camporista Mayra Mendoza, en donde identifican al joven de 29 años como un «militante libertario vinculado a Sotelo y Albasetti». El implicado también participó de una marcha en la sede de Télam en la que se pedía el cierre de la agencia de noticias.
El 25 de septiembre la citada concejal, a través de sus redes sociales, había alertado a los manifestantes que participaran de la marcha universitaria del 2 de octubre, que “no lleven niños porque vamos a repartir palo y gas pimienta”.
Como sea, los libertarios que participaron de la accidentada asamblea universitaria habrían justificado la portación del gas pimienta como medida preventiva teniendo en cuenta lo sucedido el último sábado en La Plata, cuando la presentación partidaria de Karina Milei en esta capital fue víctima de un escrache, con corridas, pedradas y hasta un joven herido que luego fue atendido en el Policlínico San Martín.
Justamente ese acto buscó cimentar el armado libertario en la Provincia, donde seguramente en las elecciones de 2025 se librará la denominada «madre de todas las batallas», y donde el oficialismo menea la supuesta candidatura de Karina Milei.
Sin embargo, en la mesa política que comanda la secretaría general de la Presidencia, y tiene a Sebastián Pareja como principal armador bonaerense, apuestan por la polarización con la oposición más dura y consideran que hasta pueden llegar a capitalizar los escraches como los sucedidos en la capital provincial.
Es por eso que en Casa Rosada resultaron un cimbronazo las escenas registradas en la sede universitaria de Quilmes en las que, más allá de las trifulcas y agresiones cruzadas, se pudo ver a un militante libertario arrojar gas pimienta contra otros estudiantes.
De hecho, la secuencia descripta fue alertada por la propia Universidad y también por las autoridades municipales, que acusaron al grupo de jóvenes libertarios de tirar el fluido irritante «a estudiantes y trabajadores que estaban planteando cómo continuar con esta manifestación pacífica».
Desde un principio, en verdad, hubo acusaciones cruzadas sobre qué grupo fue el catalizador de los incidentes del pasado lunes. El propio Sotelo, a través de sus redes sociales», hizo «responsable por las lesiones de los militantes nuestros en la Universidad de Quilmes a las autoridades, al Gobernador y al municipio”.