Boca tiene grabadas varias fechas históricas y, sin dudas, el 14 de septiembre de 1977 es una de ellas. La conquista de la Copa Libertadores era una obsesión para el mundo boquense, y en especial desde que –casi en la época fundacional de la competencia, en 1963- cediera en las finales ante el Santos de Pelé.
El Boca del 76 – 77, dirigido por el “Toto” Lorenzo, llevaba su sello: un armado compacto, jugadores fogueados, espíritu de equipo. Gatti aportaba mucho desde el arco y Lorenzo lo llevó tras la gran campaña de Unión del 75.
Luego de los dos títulos locales conquistados por Boca en el 76 (el Metropolitano, y luego el Nacional con el 1-0 ante River en la final, gol de tiro libre de Suñé) se apuntaba a la Libertadores del 77.
Con Gatti en el arco, la defensa también era muy sólida: Pernía, Sá, Mouzo y Tarantini. El medio contaba con dos batalladores como Ribolzi y Suñé, junto al manejo de Mario Zanabria y el Toti Veglio. La velocidad de Mastrángelo y Felman liquidaban rivales, adelante.
En la final estaba nuevamente el Cruzeiro, defensor de la corona. Boca le ganó ajustadamente en la Bombonera con gol de Veglio y trató de mantener el cero en la revancha, en Belo Horizonte. Faltando 13 minutos, uno de los tremendos –y habituales- zapatazos del lateral Nelinho, de tiro libre, fue imparable para Gatti, se clavó en un ángulo. Y obligó al desempate en el Centenario de Montevideo.
Fue una noche de viento y niebla, con amenazas de lluvia. Sobre una cancha casi barrosa, Boca presentó esta formación: Gatti; Perní, Tesare (en lugar del lesionado Sá), Mouzo y Tarantini; al medio estaban el Chino Benítez (luego Ribolizi, también Pavón), Suñé y Zanabria. Adelante jugaban Mastrángelo, Veglio y Felman. Empataron sin goles en un partido áspero, y la igualdad se mantuvo después de la media hora del suplementario. Fueron a los penales…
Lorenzo no podía estar en la cancha, lo habían sancionado. Contó: “Escribí los nombres de los cinco designados para ejecutar en un papel y lo hice llegar a través de Pichuqui Mendizábal, que transmitía el partido por tv. Elegí a tres defensores, porque le mayor gasto lo habían hecho volantes y delanteros”.
Mouzo, Tesare, Zanabria, Pernía y Felman fueron implacables, marcaron los cinco penales para Boca. Y Gatti se transformó en el héroe al contenerle el último disparo al brasileño Vanderley. Lo curioso es que esa noche Gatti utilizó guantes que le había regalado Amadeo Carrizo y que le llegaron a través del Heber Mastrángelo.
En La Razón comentaron: “El arquero argentino, con impecable estirada, llegó muy bien a la pelota para desviarla y luego aprisionarla, ante el delirio de los 25 mil boquenses presentes y muchos millones más, no menos presentes con el corazón. La Copa había vuelto a la Argentina por medio de un conjunto futbolístico que tenía orden, laboriosidad, inteligencia y disciplina”. Mastrángelo llevaba en andas a Pancho Sá, todos besaban y mostraban su adoración a la Copa: el viejo sueño del 63 ya era realidad.
Gatti evocó así esa conquista: “Antes de los penales nos reunimos en la mitad de la cancha, yo estaba convencido que alguno iba a atajar y se lo dije al Conejo Tarantini: “Ustedes metan todos, que yo saco uno”. Me tenía mucha fe. Hubo una gran efectividad en cada uno, hasta que quedó el último. Fui al arco y lo vi venir a Vanderley, medio vencido, y eso me agrandó más todavía. Lo miré y pensé: es zurdo, me tiene que patear a la izquierda. Me jugué para el lado que había pensado y allí fue la pelota. Creo que nunca festejé tanto adentro de una cancha. Salí corriendo para abrazarme con los muchachos. Éramos campeones de América”.
Fue la primera Copa Libertadores que se decidió por penales y también la primera ganada por Boca, que iba a revalidar su título al año siguiente ante el Deportivo Cali: 0-0 en la ida y 4-0 en la Bombonera.
También esa temporada del 78 significó la primera coronación de Boca en la Intercontinental. Fue ante el Borussia de Alemania, que reemplazó al campeón europeo, Liverpool. La ida se jugó en la Bombonera, 2-2 en marzo. Hubo que aguardar hasta agosto, por el receso mundialista, para la revancha, en el Willparkstadion de Karlsruhe: y un contundente 3-0 para Boca, con Gatti en el arco y goles de Felman, Mastrángelo y Salina