La reciente Comunicación “A” 8202 del BCRA eliminó restricciones para la concesión de créditos en dólares y permitió que más empresas puedan acceder a financiamiento en moneda extranjera.
Según Moody’s, una de las principales agencias de calificación crediticia, la flexibilización aumenta la exposición de los bancos al riesgo de fluctuaciones cambiarias y a un incremento en la morosidad.
De acuerdo con un reciente informe elaborado por la calificadora, “la nueva normativa impulsa la senda de expansión del crédito en dólares al sector privado”, y se espera que este segmento continúe creciendo en 2025.
En 2024, el crédito en dólares aumentó un 212% interanual, con un crecimiento del 16,8% solo en diciembre. El informe destaca que esta tendencia estuvo impulsada por la normalización macroeconómica y se financió mayormente con el ingreso de divisas provenientes del régimen de regularización de activos implementado en la segunda mitad del año pasado.
Con la nueva regulación, el acceso al crédito en dólares se amplía más allá de los sectores exportadores, lo que permite que empresas de diversos rubros accedan a financiamiento en moneda extranjera. Sin embargo, la calificadora enfatiza que “los bancos no podrán utilizar depósitos en dólares para fondear estas operaciones”, lo que pretende preservar el perfil crediticio de las entidades.
En el marco del comunicado emitido por el BCRA la semana pasada, se mantuvo el artículo 23 del Decreto 905/2002, que establece que los depósitos en moneda extranjera solo pueden utilizarse para financiar a prestatarios con ingresos provenientes del comercio exterior.
Esto implica que las entidades financieras deberán recurrir a la emisión de obligaciones negociables (ON) en dólares o a préstamos de bancos internacionales para fondear estas líneas de crédito. De esta forma, se evita comprometer la liquidez de los depósitos en moneda extranjera.
El informe de Moody’s también advierte que “la mora de los bancos podría verse presionada por el riesgo de descalce de moneda”. Esto se debe a que al permitir que empresas sin ingresos en dólares accedan a créditos en esa divisa, se incrementa la posibilidad de que, ante una eventual devaluación, los tomadores de crédito enfrenten dificultades para cumplir con sus obligaciones.
Aunque el informe reconoce que este riesgo se encuentra atenuado por la estabilidad cambiaria prevista para 2025 y por los bajos niveles históricos de morosidad del sistema bancario, sigue siendo un factor de preocupación para el sector financiero. A pesar de esto, prevén un auge en la emisión de ON en dólares por parte de los bancos para obtener fondeo.
La entidad destaca que desde mediados del año pasado, el mercado de capitales se convirtió en una fuente clave de financiamiento para las entidades financieras, en un contexto de mejora macroeconómica. Según datos del sector, el volumen de emisiones de ON por parte de bancos superó los US$10.000 millones en 2024, con Banco Galicia, Banco Supervielle y Banco Comafi entre los principales emisores.
La demanda de estos instrumentos estuvo impulsada por la liquidez generada tras el blanqueo de capitales y por la baja en la tasa del “crawling peg”, lo que favoreció la colocación de instrumentos en dólares frente a los atados al tipo de cambio oficial (“dollar linked”). Al 25 de febrero de 2025, los bancos ya habían emitido 13 obligaciones negociables en el mercado, de las cuales 8 estaban denominadas en dólares.