La inflación de mayo podría perforar finalmente el 2%. Si esa posibilidad se confirmara esta tarde –cuando el Indec difunda el dato oficial– se estaría ante la mejor cifra desde julio de 2020, cuando en plena cuarentena por la pandemia de coronavirus el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner tenían precios máximos por decreto y una economía prácticamente sin actividad.
Según pudo saber LA NACION, el índice de precios al consumidor (IPC) estaría en torno al 1,6%, “cabeza a cabeza” con el dato que publicó el lunes pasado la dirección estadística de la Ciudad de Buenos Aires.
En el Ministerio de Economía confían. “Con la baja de la inflación pasa lo mismo que con las reservas. Va a ser una consecuencia del programa”, indicaron cuando este medio consultó con qué número, se estimaba, votarán los argentinos en octubre.
“La inflación va a empezar con 1% o con 0% seguro. ¿Cuándo? Si es en tres, seis o nueve meses es más difícil de decir. Depende del comportamiento de la demanda de dinero. Todo es consecuencia del buen funcionamiento del programa económico”, contaron en el quinto piso del Palacio de Hacienda. “Un deadline es difícil, pero nos va a sorprender. Soy optimista”, dijo una fuente oficial que sigue de cerca los números oficiales diariamente.
Sobre mayo, varias consultoras privadas ya venían advirtiendo la posibilidad de perforar el 2%, aunque la mayoría estaba todavía en el margen. Al cierre del mes, Equilibra, Analytica, LCG y EcoGo esperaban una variación de los precios para el mes de 2%. C&T Asesores Económicos, en tanto, de 1,8%.
Sin embargo, algunos recalcularon su pronóstico luego de la publicación del dato oficial en territorio porteño. Por caso, Equilibra corrigió y estimó esta semana que sería de 1,7%.
“Con el dato de CABA, estimamos 1,7% de inflación Nacional Indec para mayo”, indicó un informe de la consultora que conduce Martín Rapetti. Según sus cálculos, la inflación de alimentos –el capítulo que más pesa en el IPC– habría sido de 1,3%. Se trata del rubro que habría arrastrado principalmente a la baja el dato general de inflación del mes. El transporte, como caso curioso, no mostraría variaciones.
Desde Israel, donde está el presidente Javier Milei, piden focalizar más “en la curva de futuros” que en las estimaciones privadas. El Presidente tiene, como se sabe, una batalla pirotécnica con muchos de los economistas privados que hacen proyecciones de inflación, entre otras variables de la economía. En el Gobierno creen que si el dato oficial que se conocerá hoy perfora finalmente el 2%, como se cree, la curva de futuros “debería moverse”.
El Ministerio de Economía y el Banco Central (BCRA) ajustaron en los últimos días su política monetaria para acelerar –como le gusta calificarlo al Gobierno– el “colapso” de la inflación, que viene nuevamente en desaceleración (luego de un complicado repunte de 3,7% en marzo retomó la baja con un 2,8% en abril). Si el dato ronda el que publicó la Ciudad, la inflación habría bajado casi un punto por mes en el último bimestre (abril–mayo).
El Gobierno busca sumar más dólares a sus reservas. Lo hará a través de licitaciones de bonos en dólares, pero a pagar en pesos, un nuevo REPO, pero también con la confirmación de que el Tesoro puede comprar adentro de la banda de flotación del dólar con superávit (no con emisión) y de que se acercan próximamente privatizaciones que aportarán divisas. Por otra parte, refuerza la astringencia monetaria aspirando pesos con más superávit proyectado (en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional) y con la emisión de un nuevo Bopreal (la serie 4). Además, reforzó el control sobre los pesos que giran en la economía con la eliminación de los puts, las LEFI y cambios en los encajes (aún no detallados).
El Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del BCRA había estimado un 2,1% para mayo (el top 10 de quienes mejor pronostican habían anticipado un 2%). La inflación núcleo, que tiene en cuenta precios regulados y estacionales, sería levemente más alta –un 2,3%– que la estimación sobre el nivel general, pero más bajo que la core del mes pasado. “Para los meses siguientes se esperan senderos descendentes de inflación mensual tanto para el IPC nivel general como para el componente núcleo”, indicó el informe.
Esa encuesta espera una inflación para 2025 de entre 28,6% y 27,3%, muy por debajo de lo que dejaron Alberto Fernández y Cristina Kirchner en 2023, variación que marcó el récord en más de tres décadas. Fue entonces, según el Indec, de 211,4%. O sea, los precios se triplicaron en tan solo un año con el cuarto kirchnerismo al mando del timón.
El REM estimó además que la inflación estaría en 1,7% en octubre próximo, cuando los argentinos irán a las urnas a votar en las elecciones legislativas (26 de octubre). En esa proyección, el piso de 2% iba a perforarse durante este mes.
Milei destacó en Israel el “milagro económico” que llevó adelante esa nación a la hora de reducir la inflación de 444% anual en los años 80. Vaticinó allí para la Argentina que, en menos de un año, la inflación será “tan solo un mal recuerdo”. Celebró también que ahora la gente puede planificar sus cuentas personales y comprarse algo antes “inaccesible”, como una vivienda, un auto o un electrodoméstico.