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Messi metió un golazo y jugó los 90 minutos pero Inter Miami sufrió a Bernardeschi y tuvo que conformarse con un empate en casa

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Los partidos de la MLS son algo así como un electrocardiograma. Las defensas suelen ser demasiado permisivas y los ataques, en contrapartida, mucho más incisivos. Así se dan picos y contrapicos, como si fueran estalactitas y estalagmitas de fútbol, que hacen que los duelos sean entretenidos más allá de la dudosa calidad técnica y táctica. Todo se potencia cuando en los equipos hay jugadores con mucha clase. Y eso pasó y se vio en el Chase Stadium de Fort Lauderdale, donde Inter Miami y Toronto FC firmaron un entretenido 1-1 en un duelo repleto de situaciones de gol.

En el local jugó de arranque Lionel Messi, a pesar de que se pensaba que iba a descansar para llegar fresco al desquite con Los Angeles FC por la Liga de Campeones de la Concacaf. Y en la visita dijo presente Federico Bernardeschi. El que faltó a la cita, a pesar de estar de cuerpo presente, fue Lorenzo Insigne, otro italiano de jerarquía, que poco aportó en la noche.

El primer tiempo tuvo muchas emociones y mucho trabajo para Drake Callender y Sean Johnson, los dos arqueros, quienes tuvieron que hacer horas extra para cuidar el cero.

Sin embargo, después de que los dos equipos intercambiaran golpes sin lastimar al rival, los goles llegaron en el tiempo de descuento. Y el que pegó primero fue el italiano, que recibió dentro del área, controló, desairó a sus marcas con un enganche con el taco y, mágico, tocó suave al fondo del arco para darles la ventaja a los canadienses.

Parecía que así terminaría la parte inicial porque se venía el descanso. Pero Messi tenía otros planes. El argentino, que ya había tenido varias situaciones -incluso había convertido pero el VAR se lo anuló bien por un foul previo-, recibió en la medialuna y sacó un zurdazo de sobrepique para equilibrar la historia y tranquilizar a Javier Mascherano, quien sufría por la falta de efectividad de su equipo, que también tuvo como titulares a Gonzalo Luján, Tomás Avilés y Federico Redondo.

Nada cambió en la segunda parte. El electrocardiograma siguió a pleno, aunque Toronto FC estuvo un poco más apagado.

El que no se desconectó fue Messi, que lució muy activo y atento ante cada oportunidad que se le presentó para inquietar al rival. El problema es que a Las Garzas les faltó precisión en los metros finales. Lo padeció la Pulga pero también lo sufrió Luis Suárez, Telasco Segovia, Fafa Picault y hasta el ecuatoriano Allen Obando, quien ingresó en los minutos finales por el Pistolero uruguayo.

Messi, que estuvo cerca de meter ese gol olímpico que le falta, completó los 90 minutos y se fue con ganas de un poco más. El empate, con sufrimiento al final por los últimos embates de Toronto y de Bernardeschi, le sirve a Inter Miami para seguir al frente de la Conferencia Este de la MLS con 14 puntos, uno más que Charlotte y dos por encima de Philadelphia Union. El próximo objetivo será la revancha contra Los Angeles FC, por la Concachampions. Deben remontar en casa el 0-1 de la ida. w

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