Uno de los grandes misterios del mundo es lo que realmente sucede dentro del matrimonio de Donald y Melania Trump.
Para una pareja muy pública, cuyas infidelidades se han revelado de forma escandalosa en los tribunales, su relación sigue siendo notablemente opaca, en gran medida debido al silencio decidido de la ex primera dama y la mendacidad generalizada de Donald Trump.
De ahí las preguntas candentes:
Qué pensó ella sobre la determinación del jurado en 2023 de que él había cometido una agresión sexual contra E. Jean Carroll?
¿Su revolcón con Stormy Daniels, una actriz porno, que condujo a su condena por fraude empresarial?
¿Sus comentarios sobre mujeres que sangraban o, digamos, que las agarraban por la «vagina»?
Trump, habla con su esposa Melania mientras asisten a la ceremonia de entrega de premios del Senior Club Championship 2024 en su Trump International Golf Club en West Palm Beach, el 24 de marzo de 2024. REUTERS/Marco Bello¿Por qué se queda?
Melania Trump ha guardado un silencio inquietante sobre estos asuntos, lo que solo ha dado lugar a especulaciones interminables sobre sus creencias.
Se ha analizado cada movimiento despectivo de su muñeca.
Cada pequeña permutación de su rostro en reposo.
Sus elecciones de moda, a veces sorprendentes.
El deseo del público anti-Trump de un tufillo a rebelión ha sido tan palpable que resulta tentador creer que ella apoyó en secreto sus condenas por delitos graves, como sugirió “The Late Show With Stephen Colbert”.
Por supuesto, lo que sucede dentro de cualquier matrimonio es un misterio.
Los matrimonios políticos, ya sea Hillary y Bill Clinton, JD y Usha Vance, John y Jackie Kennedy o Barack y Michelle Obama, son una fascinación constante porque necesariamente nos mantenemos al margen de ellos.
Pero Donald Trump acaba de ofrecer una visión involuntariamente triste de cómo se siente realmente Melania Trump.
En una entrevista el martes por la noche en Fox News, en la que Trump habló extensamente sobre el intento de asesinato, Laura Ingraham preguntó:
“¿Cuál fue la reacción de Melania, si no le molesta que le pregunte? Sé que esto es muy personal, cuando se enteró de lo que sucedió en ese campo en Butler”.
“Le pregunté eso”, le dijo Trump a Ingraham.
“Le dije: ‘¿Y qué sentiste?’”, continuó diciendo que Melania Trump no puede hablar de eso.
Pero luego llegó un momento muy inusual para Trump.
Se inclinó hacia adelante, exhaló abruptamente y dijo en un torrente de palabras, intercaladas con risas nerviosas:
“Lo cual está bien porque eso significa que le gusto. O me ama. Quiero decir, digamos que pudiera hablar de eso libremente, eso no sería… No estoy tan seguro de qué es mejor. Pero, eh, o le gusto o me ama y eso está bien”.
Esta puede haber sido la declaración más reveladora que Donald Trump ha hecho sobre sí mismo o sobre su esposa. Dice que ella o le gusta o lo ama.
No está seguro, pero sorprendentemente y de manera discordante, pareció importarle. ¿Quién lo hubiera dicho?
c.2024 The New York Times Company
