En la misa que celebró el Consistorio en el que creó 21 nuevos cardenales en la basílica de San Pedro y en la bendición del “Ángelus” dominical del mediodía, el papa Francisco se preguntó lo mismo: “¿A que sirven los altos niveles de rendimiento financiero de los países privilegiados si después medio mundo muere de hambre y de guerra y los demás se quedan a mirar indiferentes?”
Francisco recordó a los doscientos cardenales reunidos en la basílica para celebrar a los 21 nuevos llegados, entre ellos el argentino Vicente Bokalic Iglic, de Santiago del Estero, que “hoy celebramos la Jornada Mundial por los Pobres, que tiene por tema ‘La oración del pobre sube hasta Dios’”.
A la multitud que lo aplaudía y ovacionaba en la plaza de San Pedro durante el Ángelus, les dijo: “Hago una pregunta que todos pueden hacerse a sí mismos: ‘¿Yo me privo de algo para darle a los pobres?‘. Y cuando hago la limosna, ¿toco la mano del pobre y lo miro en los ojos?
“Hermanos y hermanas: no olvidemos que los pobres no pueden esperar”, concluyó.
En la misa celebrada dentro de la basílica de San Pedro en la mañana, plena de fieles, Francisco dijo que “no hay salvación sin la mujer, porque la Iglesia es mujer”, recordando junto con los nuevos cardenales la solemnidad de la Inmaculada concepción.
De los nuevos purpurados que había creado ayer en un Consistorio, dijo: “Vienen de tantas partes del mundo, portadores de una única Sabiduría de muchos rostros, para contribuir al crecimiento y la discusión del Reino de Dios. Confiemos en modo particular en la intercesión de la madre del Salvador”.
“La Inmaculada no es un mito, una doctrina abstracta o un ideal imposible; es la propuesta de un proyecto bello y concreto, el modelo plenamente realizado de nuestra humanidad, a través del cual, por gracia de Dios, podemos todos contribuir a cambiar para mejor nuestro mundo”, sostuvo.
Desde el balcón de su estudio del tercer piso del Palacio Apostólico,tras rezar el Ángelus, como todos los domingos renovó su llamado a la paz. “Oramos por la paz en la martiriada Ucrania, en Palestina, Israel, Líbano, en Myanmar, en Sudán. La guerra hace inhumano, induce a tolerar crímenes inaceptables. ¡Los gobernantes escuchen el grito de los pueblos que piden paz!”.