En San Juan, la Liga Sanjuanina de Fútbol está más nerviosa que técnico en descenso porque saltó la bomba de las apuestas ilegales. ¡Sí, señoras y señores! El fútbol local se convirtió en un show digno de reality, con cámaras, sospechas y gente gritando “¡vendido!” hasta al alcanzapelotas. Resulta que plataformas de apuestas clandestinas, muchas con nombres más chinos que el arroz frito, empezaron a meter partidos locales en sus jugadas: goles, penales, expulsiones, ¡y capaz hasta cuántas veces se peina el árbitro! Todo por unos mangos.
El presidente de la Liga, Juan Valiente, anda con cara de pocos amigos y dice que no descarta que haya técnicos, jugadores o árbitros metidos en el chanchullo. Mientras tanto, Christian Daguerre, DT de Sportivo Desamparados, contó que lo llamaron para ir “un partido para atrás”, como si esto fuera MasterChef Corrupción. Y el árbitro Nahuel Silva, después de dirigir un partido que parecía lucha libre, quedó suspendido y mirando los partidos por la tele, comiendo pochoclos.
Ahora la Liga se puso firme: prohibido que usen los colores, los escudos ni los nombres de los clubes en casinos virtuales. Y si los agarran, ¡chau torneo, sanciones deportivas y denuncia penal! Hasta el Tribunal de Disciplina sacó tarjeta roja y anda repartiendo suspensiones de dos años y medio como si fueran figuritas.
Así que sí, amigos, en San Juan el fútbol se juega en la cancha… ¡y en las casas de apuestas truchas! Mientras tanto, los hinchas piden menos apuestas clandestinas y más goles, porque este campeonato está más picante que un chimichurri con ají putaparió. ¡Y todavía falta la revancha!