ÁMSTERDAM.- La policía neerlandesa detuvo el domingo a más de 100 activistas propalestinos que desafiaron la prohibición de manifestarse en Ámsterdam tras los incidentes violentos de esta semana con hinchas de fútbol israelíes. Cientos de manifestantes se congregaron en la plaza Dam de la capital, coreando “Palestina libre” y “Ámsterdam dice no al genocidio”, en referencia a la guerra de Gaza.
La justicia neerlandesa confirmó la prohibición de la manifestación, impuesta por la alcaldesa de la ciudad para el domingo y pese a esta prohibición varios cientos de manifestantes acudieron a la plaza Dam, con pancartas. La policía antidisturbios intervino arrestando a manifestantes poco después de la decisión del tribunal de mantener la prohibición. ”La alcaldesa decidió acertadamente que habría una prohibición de manifestaciones en la ciudad este fin de semana”, anunció el tribunal de Ámsterdam en X, añadiendo que se había rechazado una solicitud de anulación de la prohibición.
Los manifestantes fueron subidos a autobuses y transportados a las afueras de la ciudad, dijo la vocera de la policía Ramona van den Ochtend, sin confirmar cuántos habían sido detenidos. El único que no fue dirigido a la periferia fue un manifestante que debió ser trasladado en ambulancia a un hospital ya que se encontraba con heridas visibles.
La prohibición, que las autoridades prorrogaron otros cuatro días, hasta el jueves, está en vigor desde el viernes, después de los ataques a hinchas de fútbol israelíes tras un partido de fútbol entre el visitante Maccabi Tel Aviv y el Ajax de Ámsterdam. Al menos cinco personas resultaron heridas en agresiones que las autoridades neerlandesas y dirigentes extranjeros, entre ellos el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, denunciaron como antisemitas.
Una ferocidad que ha levantado una ola de indignación en todo el mundo y llevó a la embajada de Israel en LA Haya a informar a “los israelíes y judíos alojados en Ámsterdam que se mantengan alejados de las manifestaciones”. Se trata de un clima que no ayuda a calmar las tensiones en un contexto de creciente antisemitismo, generado por la guerra entre Israel y Hamas en Gaza, en vista también del partido previsto para el jueves en París entre Francia e Israel, por la Liga de Naciones de la UEFA de fútbol.
Un total de 4000 policías y gendarmes serán movilizados para el partido en el Estadio de Francia, anunció el prefecto de policía de París, donde también estará presente el presidente Emmanuel Macron, mientras que el gobierno israelí recomendó a sus compatriotas no acudir al estadio.
Los organizadores de la protesta dijeron en un mensaje en Instagram que estaban indignados por el “encuadre” de los disturbios en torno al partido como antisemitas y calificaron la prohibición de la protesta de draconiana.”Nos negamos a que se utilice la acusación de antisemitismo como arma para reprimir la resistencia palestina”, afirmaron.
La fiscalía holandesa confirmó entonces que 62 personas fueron arrestadas el jueves, tanto antes como durante el partido que comenzó a las 20:00 hora local. Entre ellos, cuatro siguen detenidos, entre ellos dos menores, “sospechosos de haber utilizado abiertamente la violencia durante los disturbios” y que deberán comparecer ante el juez esta semana. De los 62 detenidos, “unos 40″ son sospechosos de desórdenes públicos y fueron multados y puestos en libertad.
Además de sufrir ataques de lo que el alcalde calificó de “escuadrones antisemitas de ataque relámpago”, los aficionados israelíes visitantes quemaron una bandera palestina y utilizaron palos, tubos y piedras en los enfrentamientos con los opositores, según un video y un informe policial.
El jefe de la policía local, Olivier Dutilh, dijo este domingo ante el tribunal que la prohibición de las protestas seguía siendo necesaria, ya que continuaban los incidentes antisemitas, como los empujones a personas que salían de taxis y les pedían que mostraran sus pasaportes el sábado por la noche.
En Holanda, se ha producido un aumento de los incidentes antisemitas desde que comenzó la guerra de Gaza en octubre del año pasado.
Agencias Reuters, ANSA y AFP