Según Mario Gee, presidente de la Cámara de Supermercadistas de San Juan, el flujo de compradores fue del estilo: del 1 al 10 todo normalito, pero del 10 al 25 hubo un bajón tremendo. Fue como si el carrito de compras saliera con tanque de nafta incompleto.
Pero… ¡esperá!: En la última semana sintieron un pequeño repunte, especialmente en compras con tarjeta. Es como decir: “El gordo volvió a poner el plástico”, luego de meses haciendo malabares con efectivo.
En cuanto a la carne: ya no todos quieren vaca. Ahora el menú incluye pollo, cerdo ¡y marcas B! Como el famoso asado “low cost” de quinta que te saca el hambre pero no el orgullo.
La inflación se desaceleró: no hay torbellinos de aumentos, solo pequeños ajustes. Como si los precios se estiran y encogen con pijamas ajustadas—nada que preocuparse demasiado.
Volvió la moda del electrodoméstico e indumentaria: el consumo subió un 45 % en el primer semestre del 2025. Eso sí, lavarropa y zapatillas al volante son los nuevos súper héroes de las góndolas.
En resumen estilo “stand-up supermarket”:
- Ventas bajaron como si hubiesen puesto freno de mano.
- Última semana: repunte leve, casi como rebote de pelota.
- La carne ya no manda: entraron al club pollo y cerdo versión económica.
- Inflación aflojó un poco, pero los precios siguen en banda ancha controlada.
- Electrodomésticos e indumentaria vendiendo como pan caliente… ¡con mucha tarjeta de crédito!. Dicen que repuntaron las ventas… pero en el súper de la esquina festejaron con una sola empanada, partida en cuatro. Y brindaron con soda, ¡porque el vino que vale la pena sigue en ‘modo mirame y no me toques’!”