Atención, pueblo de San Juan: hay un silencio que se escucha desde el espacio. Los peronistas están de campaña, pero parece que les cortaron el audio. No se habla de los próceres del movimiento, ni de los ex jefes, ni del primo del ex intendente que una vez fue a Plaza de Mayo con una bandera.
Nada. Silencio total. Si decís alguno de esos nombres en un acto, se te apaga el micrófono por control remoto.
La estrategia es clara: que nadie se acuerde de nadie. Campaña tipo Men in Black, con el neutralizador ideológico: “Olviden todo lo que vieron entre 2003 y 2023. Gracias. Sigan con su vida.” Dicen que están apelando a la “memoria de largo plazo”, pero con suerte la gente recuerda dónde dejó el DNI. La apuesta es fuerte: que el votante diga “mmm… no me acuerdo quién nos gobernaba, pero al menos el dólar no tenía tres apellidos”.
La lista de los candidatos nuevos parece una feria de usados con moño: “renovación” le dicen, pero algunos ya vienen con kilometraje político y garantía vencida. Hay intendentes que vuelven, otros que nunca se fueron, y alguno que todavía está buscando la banda que le quedó de recuerdo del 2019. Mientras tanto, ya ni los libertarios están tan enojados: algunos hasta extrañan los subsidios. El país está tan raro que los mismos que gritaban “¡Viva la libertad, carajo!” ahora murmuran “che, ¿y si vuelve el gas subsidiado?”.
Y ojo, el peronismo lo sabe. Por eso no gritan, no provocan, no discuten.
Campaña modo sigilo. Hablan bajito, sonríen y dicen:
“Nosotros ahora no somos kirchneristas, somos… similares pero con menos volumen.”
El gobernador Orrego sigue en plan monje zen. No discute, no confronta, y los candidatos como Fabián Martín siguen la misma estrategia de campaña y les da resultado. Dicen que su WhatsApp tiene activado el modo “no molestar hasta después del escrutinio”.
Y su equipo, igual: todos con perfil bajo, tono neutro y olor a institucionalidad recién pintada.
Mientras tanto, Milei recibiendo apoyo de EE.UU. Prometió que bajó la inflación, y el PJ dice que «lo hizo tan a lo bestia que ahora la gente cambió el menú: fideos, fideos secos y fideos imaginarios, sí, la inflación bajó… junto con las calorías».
Los candidatos del peronismo de San Juan comentan que hay gente en muy mal estado alimantario en la provincia y que ni siquiera tiene plata para ir al trabajo, y que el gobierno se esta comiendo el fondo anticrisis que dejaron los gobiernos de Gioja y Uñac, «Están subsidiando todo lo que se les cruza por delante que mando los ahorros»
Por su parte, el massismo aparece cada tanto, como ese ex que manda un “¿te acordás de mí?” cuando ve que el otro está en crisis. Y los sanjuaninos lo miran y dicen: “Con Franco sí, pero con vos no gracias.”
Ahora faltan 11 días para la elección, y el clima está raro, hay nervios, y hay encuestadores que ya ni preguntan: directamente ofrecen clonazepam con la boleta. En campañas anteriores había pelea con respecto a que habia hecho el otro o lo que se habia choreado, o los familiares que acomodó, ahora nadie habla del pasado, nadie habla del presente, no hay debates porque no se animan a decirse las cosas cara a cara, Y el futuro… lo está viendo un focus group en suspenso.
Como dijo un veterano ex senador del PJ en la confitería de Rawson: «Esto no es campaña. Esto es testigo protegido.” Y así, entre kukas invisibles, libertarios a dieta , peronistas en modo sigilo, y candidatos oficialistas siguiendo al pié de la letra la «Doctrina Basualdo» San Juan se prepara para votar sin saber muy bien a quién, por qué o para qué.
Porque, como bien pensó el prócer de la política Dr. Alcides Victoriano Kagarna -Pte. del Partido de la Corrupción Institucional- , en sus horas de celda compartida…: “En la política, el silencio no es prudencia… es estrategia de supervivencia.”

