Los sindicatos respondieron al anuncio con una mezcla de incredulidad y estrategia: «¿24 de febrero? ¡Pero si para esa fecha los ventiladores todavía están asfixiados y los mosquitos tienen quórum propio en las aulas!» Según fuentes confiables, uno de los gremialistas preguntó en la reunión: «¿Y qué pasó con el verano, ministra? ¿No lo iban a extender hasta marzo como en los buenos tiempos?»
La ministra Silvia Fuentes, con una sonrisa que combinaba paciencia y la resignación de quien sabe que le van a caer igual, aseguró que el inicio anticipado y cumplir con los 190 dias de clases «mejorará la calidad educativa». A lo que un docente retrucó: «Claro, porque el aire acondicionado en las escuelas también mejora con la fe, ¿no?»
Mientras tanto, en la asamblea docente se discutió si declarar feriado docente el 23 de febrero para entrar al aula con un día de retraso «por principios pedagógicos». Y aunque no se confirmó oficialmente, se rumorea que una de las propuestas incluye declarar como «jornada de reflexión sindical» el 24 mismo.
Al final, los gremios están preocupados no solo por la fecha sino porque, según sus cálculos, febrero tiene más días laborales que presupuesto en educación. Por lo tanto, aunque el ciclo lectivo arranque el 24, lo único que parece seguro es que el calor va a seguir en el aula… pero la calidad educativa, capaz, se toma vacaciones hasta abril. 🤷♂️