El sentido de pertenencia es algo que caracterizó desde siempre a Racing. Desde aquel ‘Racing Positivo’ el predio ‘Tita Mattiussi’ se convirtió en una usina de talentos también fanáticos por la ‘Academia’. Y este jueves, en Río de Janeiro, el equipo de Gustavo Costas celebró gracias a Matías Zaracho y Bruno Zuculini, autores de sendos golazos con el sello de la pensión pintada de celeste y blanca ante Botafogo por la Recopa Sudamericana.
Los dos llegaron de chiquitos, son fanáticos de la Academia, se formaron en las inferiores, son emblemas del predio Tita y ambos regresaron al club luego de pasos exitosos en el exterior. Matías llegó a los 8 años a Racing, después de jugar en el baby fútbol de Wilde. Debutó a finales de 2016, ante Unión, con 18 años, y un año después ya estaba consolidado. Después de la pandemia de coronavirus, se fue al Atlético Mineiro y regresó este año. Ingresó por Vietto en la parte final y cuatro minutos después clavó un golazo. El sueño cumplido, un gol en la final para festejar su primer título internacional en Racing, el tercero con la celeste y blanca.
Muy pocas pelotas o ninguna había tocado Matías Zaracho hasta que se la encontró dentro del área grande de Botafogo. El resto fue pura magia. El mediocampista de Racing, que había reemplazado a Luciano Vietto en el entretiempo, enganchó hacia afuera y giró el tobillo para clavarla en el ángulo y desatar la locura de los 3.000 hinchas que viajaron hasta Brasil.
Fue el primer tanto de Zaracho desde su regreso desde Atlético Mineiro en este mercado, con la Copa Libertadores como principal objetivo. Estaba emocionado tras el triunfo. “Estoy muy contento de ganar este título con esta camiseta, feliz por todo. Hoy quedó demostrado que somos un gran grupo. Estoy muy emocionado, porque el año pasado me quedé afuera de la final de la Libertadores, hoy gracias a Dios se dio esta revancha, con un título, con la camiseta que más quiero. Le quiero dar las gracias a mi mujer, que siempre estuvo al lado en los momentos complicados, por las lesiones. Este gol se lo dedico a ellas y a mis hijos”, afirmó.
Bruno tenía 16 años y 10 meses en 2010 cuando debutó en Primera, ante Gimnasia La Plata. Se fue en 2014, con 21 años, al Manchester City. Regresó en 2024, con 31 años, tras cinco temporadas en River. Se quedó con la titularidad tras la lesión de Santiago Sosa y le ganó la pulseada a Almendra. Hizo un golazo, la bajó con el pecho en el área y definió con un fuerte derechazo.
A los 23 minutos del segundo tiempo, el uruguayo Gastón Martirena volvió a ser partícipe necesario al empalar la pelota con precisión dentro del área para la entrada de Zuculini, que la tiró hacia adelante con el pecho y se llenó el empeine de pelota para clavarla arriba, inatajable para el arquero John, que fue un mero espectador.
Zuculini destacó el compromiso de todos los jugadores: “Los veo todos los días, hablo mucho con ellos, desde el año pasado formamos un grupo bárbaro, somos humildes, y esto es gracias a toda la gente que nos representa, trabajando día a día para que Racing esté bien, muchos son amigos míos, otros grandes compañeros. A nivel internacional estamos bien posicionados y este año tenemos la Copa Libertadores. La idea es enfocarnos en todo. Además, agradecer a la gente que vino a Brasil, que no es fácil cómo está el país”.
En ambos tantos, el cuerpo técnico de Gustavo Costas se abrazó al estilo José Pekerman en su época de juveniles de la Selección Argentina, porque claro, han cumplido la promesa y devuelto a la ‘Academia’ a los primeros planos internacionales.