Los principales funcionarios de inteligencia de la administración Trump se enfrentan al Congreso este martes en audiencias consecutivas para testificar sobre las amenazas que enfrenta Estados Unidos y lo que está haciendo el gobierno para contrarrestarlas.
Las sesiones suceden un día después de que un periodista de The Atlantic revelara que fue invitado a un grupo de chat formado por los más altos funcionarios del gobierno, en el que se discutió información secreta sobre planes de guerra en Yemen.
Donald Trump le restó total importancia al asunto al indicar este martes que la invitación por accidente a un periodista al chat fue un «glitch», palabra que se usa para nombrar una falla o error en un videojuego.
El funcionario que envió «por error» la invitación al editor general de the Atlantic fue nada menos que el Asesor de Seguridad Nacional, Michael Waltz.
«Waltz es un buen hombre y la filtración fue un glitch», dijo Trump a la NBC.
Waltz agregó al chat a Jeffrey Goldberg, editor jefe de The Atlantic, quien en un primer momento pensó que se trataba de una broma, una parodia y hasta una trampa con el fin de desinformar.
Tras verificar que lo que los líderes del Pentágono, la CIA y el propio vicepresidente habían dicho en el chat se confirmaba en los hechos con un ataque aéreo en Yemen, Golberg quedó petrificado.
«No lo podía creer», dijo. Este lunes sacó una enorme nota en la revista, destapando el asunto.
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Jeffrey Goldberg creyó que el chat de seguridad nacional era una «parodia»
En esta primera audiencia, que había sido pautada con anterioridad al escándalo del chat, se prevé el testimonio sobre amenazas extranjeras de la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, el director del FBI, Kash Patel, y el director de la CIA, John Ratcliffe. Tanto Gabbard como Ratcliffe participaron en el chat.
El senador republicano Tom Cotton of Arkansas, presidente del Comité de Inteligencia del Senado, dijo a los líderes de la comunidad de inteligencia de Estados Unidos que se ha vuelto demasiado burocrático y político mantenerse al día con las amenazas emergentes a la seguridad nacional.
Los responsables de Inteligencia negaron en una acalorada audiencia que se compartieran datos sensibles en el chat de la aplicación Signal al que tuvo acceso el periodista de The Atlantic y en el que se coordinó un ataque militar sobre Yemen.
El vicepresidente del Comité de Inteligencia de la Cámara Alta estadounidense, el senador demócrata Mark Warner, consideró que el episodio fue un ejemplo «de comportamiento negligente, descuidado e imprudente» que puso en riesgo vidas estadounidenses, y preguntó directamente a la directora nacional de Inteligencia, Tulsi Gabbard, si participó en el mencionado chat.
Gabbard replicó que «no va a entrar en detalles» porque lo sucedido «está bajo revisión», e insistió en que nada de lo que se intercambió en ese chat fue información protegida y quiso subrayar la diferencia entre filtraciones maliciosas y las accidentales.
Por su parte, el director de la CIA, John Radcliffe, admitió al ser preguntado por Warner que sí participó en el chat bajo las siglas «JR».
«Mis intercambios en Signal fueron totalmente permitidos y legales y no se compartió nada clasificado», aseveró Radcliffe, a lo que Warner le instó a él y a Gabbard, que supuestamente también participó en el intercambio de mensajes, a que compartan todo lo dicho en ese chat ya que, según ellos, no había información clasificada.
En el artículo publicado el lunes por Goldberg se detallan paso por paso «sin desvelar información que considera confidencial o que puede afectar tareas de espionaje e inteligencia» los cuatro días que pudo leer el debate entre los más altos funcionarios del Gobierno sobre un ataque que según los rebeldes hutíes yemeníes causó 53 muertos y 98 heridos.
Goldberg entró el 11 de marzo en un chat en la aplicación de mensajería encriptada Signal, a invitación de una cuenta que tenía el nombre del asesor de seguridad de la Casa Blanca, Mike Waltz, en un grupo de 18 personas en el que aparentemente aparecían figuras clave como el vicepresidente, JD Vance, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, o el de Estado, Marco Rubio, además de Gabbard o Radcliffe.