Si había alguna duda de que la administración Trump no es más un aliado confiable para los europeos, la recomendación a los franceses para viajar a Estados Unidos lo ratifica. Recomienda a los empresarios y científicos franceses equiparse con una computadora portátil limpia, sin historia y un teléfono nuevo y sin mensajes del pasado, para conseguir pasar la aduana norteamericana sin dificultades.
Muchos de los europeos que han viajado a Estados Unidos se han visto rechazados a la entrada en la aduana de ese país, luego de haber sido apartados de la fila de espera. Después, los funcionarios revisan las computadoras, los teléfonos. Analizan los mensajes y les impiden su ingreso, si encuentran mensajes anti Trump.
El Quai d’Orsay, la cancillería francesa, recuerda que Estados Unidos es “soberano” en materia de entrada y estancia de extranjeros en su territorio. Pero recomienda equiparse con material informático “especialmente configurado para la ocasión” para no tener problemas de ingreso al país.
Las grandes empresas también están tomando precauciones antes de que sus ejecutivos viajen a Estados Unidos.
«He dado las siguientes instrucciones a todos los empleados del grupo: si vas a Estados Unidos, lleva un teléfono nuevo, y sobre todo, uno que esté libre de mensajes», confesó el responsable de una empresa industrial francesa al diario francés Le Figaro, que fue el primero en ocuparse de estos peligros para los europeos que intentan llegar a Estados Unidos.
Hasta ahora, esta precaución sólo se tomaba en el caso de ejecutivos en viajes de negocios a China. «La medida dice mucho sobre la explosión causada por las prácticas de la nueva administración estadounidense y los temores que inspiran”, aseguró el empresario.
Científicos en problemas
Los científicos son los que más dificultades han tenido para ingresar a Estados Unidos, desde la llegada de Donald Trump al gobierno, en enero.
El problema que sufrió a mediados de marzo un profesional francés sirvió de lección a académicos, diplomáticos y líderes empresariales. Este investigador espacial, que llegaba para participar en una conferencia en Houston (Texas) y realizaba una misión para el CNRS, fue sometido a un control aleatorio en la aduana, antes de ser rechazado y enviado de vuelta a Francia.
«Esta medida fue aparentemente tomada por las autoridades estadounidenses porque su teléfono contenía conversaciones con colegas y amigos, en las que expresaba su opinión personal sobre la política de investigación de la administración Trump», resumió Philippe Baptiste, ministro de Educación Superior e Investigación francés.
Las autoridades de inmigración lo acusaron de publicar mensajes que «expresan odio hacia Trump y pueden clasificarse como terrorismo».
Advertencias del gobierno de Francia
Desde entonces, el gobierno francés ha lanzado una serie de advertencias a sus ciudadanos, funcionarios y académicos. Les recuerda hasta donde es soberano Estados Unidos en la cuestión de entrada y estancia de extranjeros en su territorio.
El alto responsable de Defensa y Seguridad (HFDS) del Ministerio de Educación Superior, Investigación e Innovación pide «una mayor vigilancia en los viajes al extranjero, fuera de la UE, con especial atención al pasar por los servicios de inmigración». Remarca «la importancia de no salir con el equipo habitual, sino utilizar una computadora estándar, que contenga únicamente los datos necesarios para la misión y ningún dato sensible».
El gobierno está emitiendo numerosas advertencias.
Tras el incidente del investigador francés, las instrucciones se volvieron aún más detalladas.
«Si las autoridades estadounidenses solicitan la apertura (con contraseña) de su teléfono o de su computadora, usted debe acatarlas (y saber qué se está consultando)», sostiene una circular del gobierno. “De lo contrario, las leyes estadounidenses permiten la incautación y el registro de estos dispositivos electrónicos y su custodia , si la persona se niega a ingresar las contraseñas», agrega.

Miedo al espionaje
Un problema similar sufren las autoridades de la Unión Europea. La Comisión Europea está ordenando a su personal, que viaja a Estados Unidos, que deje sus teléfonos inteligentes y computadoras de trabajo “en el armario” y lleve en su lugar «dispositivos desechables», que ellos le entregan.
A los comisarios europeos y a los altos funcionarios que asisten a las reuniones del FMI y del Banco Mundial en Washington esta semana se les ha ordenado que utilicen únicamente dispositivos especialmente adquiridos, que no contienen datos, son fácilmente reemplazables y están configurados para un uso limitado.
Mientras se acercan las reuniones de primavera del FMI y del Banco Mundial en Washington, Bruselas muestra la mayor cautela.
Según filtraciones reveladas por el diario financiero británico Financial Times este lunes, la Comisión Europea está ordenando a su personal que viaja a Estados Unidos que deje sus teléfonos inteligentes y computadoras de trabajo en el armario “por temor al espionaje”.
Y llevar en su lugar aparatos «desechables», una precaución que antes se reservaba para viajes a China , Rusia y, más recientemente, a Ucrania, nido de espías chino-rusos.
A los comisarios y altos funcionarios europeos que asistirán a la conferencia financiera internacional la próxima semana “se les ha ordenado que utilicen únicamente dispositivos adquiridos para la ocasión”. Es decir, herramientas que no contengan datos, sean fácilmente reemplazables y estén preconfiguradas para un uso limitado. Esto significa que no existe riesgo de que se piratee información confidencial ni de que un intruso acceda a las aplicaciones de la Comisión Europea.

A medida que Washington se convierte en un riesgo para la seguridad europea, la medida aparece como una señal más, si fuera necesaria, del deterioro de las relaciones entre el Viejo Continente y el país de Donald Trump. El presidente norteamericano ha dicho que la UE ha sido creada «para defraudar a los Estados Unidos».
Refugiados científicos
Cuando centenares de norteamericanos liberales están llegando con sus inversiones y ahorros a Gran Bretaña , Irlanda y a Francia en busca de una residencia para huir de Trump, cada país se adapta a las nuevas necesidades de los recién llegados y sus familias. En Gran Bretaña conceden créditos para comprar casas más fácilmente y ayudan en sus trámites de radicación.
En Francia, el presidente Emmanuel Macron podría crear el status de “refugiado científico” para los académicos, que se van de las universidades norteamericanas, acosadas por Donald Trump.Harvard ha iniciado un juicio a la administración para que le devuelva los fondos y no quiere limitar el contenido de su curriculum.Columbia está amenazada por la intervención.
Esta idea de “refugiado científico” fue propuesta por el presidente de la Universidad de Aix-Marsella y el ex presidente y diputado socialista François Hollande, en una columna publicada en Libération el viernes 11 de abril.
El objetivo es facilitar la acogida de científicos estadounidenses obligados a abandonar su país.
Este nuevo estatuto podría permitir acelerar los trámites y expedir un nuevo visado a los especialistas estadounidenses exiliados en Francia. En la actualidad, muchos investigadores estadounidenses están viendo recortada su financiación, borrado su trabajo e incluso enfrentando oleadas de despidos en Estados Unidos.
El ex presidente François Hollande y ahora diputado presentó el lunes 14 de abril un proyecto de ley para crear un estatus de «refugiado científico», en un momento en que los investigadores y las universidades de Estados Unidos están amenazados por la administración de Donald Trump.
Había firmado varios proyectos de ley desde su regreso a la Asamblea Nacional en julio pasado. Pero este es el primer proyecto de ley que el ex presidente socialista Hollande, ahora nuevamente miembro del Parlamento, ha presentado en su propio nombre. El texto pretende crear un estatuto de «refugiado científico», mientras los investigadores estadounidenses se ven amenazados y pierden sus trabajos en Estados Unidos.
«Al igual que los periodistas o los adversarios políticos, cuando se les obstaculiza o se les censura, los investigadores deben poder ser reconocidos como refugiados por derecho propio», escribió el diputado de Corrèze, en la exposición de motivos de la propuesta.
«Lugar seguro para la investigación»
Incluso antes de este texto, 300 científicos estadounidenses, ya habían solicitado unirse al programa “Safe Place for Science” de la Universidad de Aix-Marsella para abandonar Estados Unidos y trasladarse a Francia. Se trata principalmente de «investigadores experimentados de más de 45 años», entre los que hay biólogos e incluso miembros de la NASA.
Los primeros veinte investigadores seleccionados llegarán a Francia a partir de junio de 2025. Se les acompañará en sus trámites administrativos y en la búsqueda de empleo o de estudios para sus familiares. En total, el costo de estos nuevos puestos representará 15 millones de euros. Un presupuesto que se financiará a través de subvenciones, pagadas a la universidad, como parte de la “iniciativa de excelencia”.
Macron estaría dispuesto a entregar 800.000 euros durante tres años a cada científico para su proyecto.
El presidente de Francia anunció una «reunión» con la comunidad científica el 5 de mayo en París.
«Investigadores del mundo entero, elijan Francia, elijan Europa», declaró Emmanuel Macron en la inauguración de la plataforma «Elijan Francia por la Ciencia», destinada a los investigadores que no puedan asistir.
«El 5 de mayo, la Europa de la investigación, la Europa de la ciencia, estará en París», subrayó el ministro de Educación Superior e Investigación.