Hace dos meses que Lionel Messi no jugaba un partido oficial. Fue por la final de la Copa América que la Selección Argentina le ganó a Colombia en el Hard Rock Stadium de Miami, donde el crack argentino sufrió una lesión ligamentaria en el tobillo derecho. Y, como si nada le hubiera pasado, volvió con un doblete para que el Inter Miami le gane 2-1 a Philadelphia Union por la fecha 31 de la MLS.
El equipo rosa fue el de siempre: frágil defensivamente, pero con un poder de fuego en el ataque que está muy por encima del nivel que se ve en la liga estadounidense. A Messi y Luis Suárez, dos leyendas del fútbol sudamericano y mundial, les sobra jerarquía para superar estos desafíos. A ello le suman la química que traen desde Barcelona, con Jordi Alba y Sergio Busquets como sus otros compañeros de mil batallas, y con un Federico Redondo que acompaña muy bien.
De mitad de cancha para atrás es otra la historia. Así fue que al primer minuto de juego ya ganaba Philadelphia en el Chase Stadium de Fort Lauderdale. Tomás Avilés despejó a medias de cabeza y le regaló la pelota al danés Mikael Uhre, que controló de pecho, eludió la marca de un dubitativo Héctor David Martínez y puso el 1-0 con un remate de media distancia. Minutos después, el defensor ex River sintió una molestia muscular y fue reemplazado por Noah Allen. Empezó muy mal la noche para el Inter Miami, que pudo verse 2-0 abajo después de un fallo de Marcelo Weigandt que la visita no supo aprovechar.
Pero estaba Messi. Aunque las cosas iban mal, en el aire siempre estaba la sensación de que el ganador de ocho balones de oro en cualquier momento podía aparecer y cambiar una historia que pintaba desfavorable. Y así fue. Primero, a los 27’, recibió al borde del área un pase de Suárez, gambeteó a su marcador y definió de derecha ante la salida del arquero. Y tres minutos más tarde puso en ventaja a su equipo con un remate de primera tras un habilitación de Alba.
A partir de allí llovieron las situaciones del gol. Al Pistolero le anularon un gol por offside en el final del primer tiempo y también tuvieron que intervenir los dos arqueros en diferentes momentos durante el complemento, pero el Inter Miami lo terminó liquidando en la última jugada del partido. Gol de Suárez con asistencia de Messi, claro.
De esa manera quedó consumada una nueva victoria del Inter Miami y nueva función de lujo de Messi, que comienza a agarrar ritmo de competencia y se prepara para volver a la Selección.