El nuevo papa León XIV inauguró formalmente este domingo su pontificado con una fuerte crítica a los abusos del capitalismo durante la misa en la Plaza de San Pedro, donde llamó a una Iglesia “unida” y comprometida con los excluidos del mundo.
Ante más de 200.000 personas y 150 delegaciones internacionales, el papa —nacido en Estados Unidos y naturalizado peruano— denunció que aún hoy persisten “demasiadas heridas causadas por el odio, la violencia, el miedo a la diferencia y un paradigma económico que explota los recursos de la tierra y margina a los más pobres”.
Un pontífice con raíces en América Latina
Robert Prevost, tal como es el nombre de pila de León XIV, de 69 años, vivió más de dos décadas como misionero y obispo en Chiclayo, Perú, donde desarrolló una intensa labor pastoral en comunidades vulnerables.
Durante la misa recibió los símbolos tradicionales del pontificado: el palio, estola de lana que representa al Buen Pastor, y el anillo del Pescador, emblema del sucesor de Pedro.
Visiblemente emocionado, giró su mano para contemplar el anillo y juntó las manos en oración. Luego saludó a la multitud con una sonrisa desde el papamóvil, mientras miles de fieles agitaban banderas y registraban el momento con sus celulares.