Como si fuera una broma macabra del destino, el ‘doble 9’ de Argentina saltará al Centenario para enfrentar a la Uruguay de Marcelo Bielsa, el rosarino que quedó marcado por su determinación inquebrantable de no apostar por Gabriel Batistuta y por Hernán Crespo cuando era entrenador de la Selección albiceleste. Las conocidas ausencias de Lionel Messi -por lesión- y de Ángel Di María -por decisión personal-, provocan que la Scaloneta juegue sin sus últimos dos grandes emblemas, el As de espada y el As de bastos de la coronación en el Mundial de Qatar y la Copa América 2024. Pero no hay razón para que Lionel Scaloni maldiga demasiado: cuenta con Lautaro Martínez y con Julián Álvarez, dos atacantes de jerarquía que transitan los mejores momentos de sus carreras.
Con Erling Haaland atrapado en el laberinto de Manchester City, con Robert Lewandowski peleando contra el paso del tiempo y algunas críticas de los hinchas de Barcelona, con Kylian Mbappé acomodándose a Real Madrid y con Cristiano Ronaldo postergando el retiro en la liga de Arabia Saudita, no es presuntuoso aseverar que Lautaro y Julián son los mejores atacantes centrales del mundo. Y si nos son los mejores, están entre los cinco primeros, sin dudas.
Las temporadas de los surgidos en River y en Racing, respectivamente, son de ensueño. Por algo varios clubes hacen trascender los deseos de tenerlos. Se habla de Arsenal de Inglaterra para el bahiense y de Liverpool o Barcelona por el cordobés de Calchín. En cualquiera de los casos, las cifras a pagar deberían ser superiores a los 100 millones de euros.
El Toro (27 años) acumula 18 goles y 6 asistencias en 39 partidos con Inter de Italia. El Araña (25), en tanto, lleva 23 gritos y 5 pases-gol en 44 duelos con Atlético de Madrid. Es menester entonces preguntarse: ¿pueden jugar juntos Martínez y Álvarez?
“Está claro que Julián y Lautaro pueden ser compatibles porque tienen características complementarias: Julián se siente más cómodo con una referencia y a Lautaro le gusta jugar acompañado, no en soledad. Creo que no es un caso similar al de Crespo y Batistuta por ellos sí eran muy parecidos. Además, Marcelo Bielsa, que siempre fue un estudioso del fútbol, jugaba con extremos. Tenía lógica la idea de no ponerlos juntos”, le dice a Clarín Daniel Bertoni.
Y sigue el campeón del mundo en 1978: “No tener al As de espada Messi, el mejor del mundo, te permite probar. Ahora está andando muy bien Giuliano Simeone en Atlético de Madrid y se podría aprovechar su momento y el entendimiento que tienen con De Paul y con Julián”.
César Delgado era una de las fijas en las convocatorias de Marcelo Bielsa, con quien ganó la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. “No hay problemas de que jueguen juntos, con Lautaro de 9 y Julián por todo el frente de ataque o de falso 9. Son inteligentes y van a saber complementarse. Es un lujo tenerlos”, explica el Chelito.
Y agrega: “Crespo y Batistuta eran muy diferentes a Julián y Lautaro; eran clásicos delanteros de área, que salían poco a tener contacto con la pelota. No tienen nada que ver unos con otros. Y si Bielsa dijo que no podía estar juntos, por algo sería. Por ahí Lautaro es el más parecido a Bati y a Crespo, pero tampoco podemos decir que son iguales. Ya desde lo físico son diferentes”.
Una cuestión no menor a la hora de pensar una dupla es la relación personal. Y Julián y Lautaro, además de ser buenos compañeros, se admiran. Incluso se alegran cuando el otro hace un gol. El Araña festejó el tanto del Toro en la final de la Copa América contra Colombia como si fuera propio, acción que fue bastante elogiada en las redes sociales por parte de los hinchas argentinos. Incluso, el gesto fue destacado hasta el mismo Scaloni.
Apenas 6 veces estuvieron desde el inicio Julián y Lautaro sin Messi. Y los números no son malos: ganaron 5 y perdieron uno. Las alegrías fueron ante Jamaica (3-0), Paraguay (1-0), Ecuador (1-0), Chile (3-0) y otra vez Ecuador (1-0); la caída, por su parte, frente a Colombia (2-1). Después, compartieron ratos en otros 7 juegos para totalizar 708 minutos en cancha. En ese lapso, el bahiense convirtió 6 veces y el cordobés, dos.
La diferencia con Crespo y Batistuta ya es notable: los delanteros que compartieron el Mundial de Francia 1998 y el de Corea-Japón 2002 solamente coincidieron 83 minutos en una cancha.
La sensación de que Martínez y Álvarez puede jugar juntos es inequívoca por las cualidades complementarias. Un dato no menor: la mejor versión de ambos fue cuando jugaron acompañados. Lautaro brilló en Inter al lado de Romelu Lukaku y ahora lo hace con Marcos Thuram, mientras que Julián rindió en compañía de Erling Haaland en Manchester City y en la actualidad brilla con Antoine Griezmann en Atlético de Madrid.
Se viene así una linda prueba en el Centenario: ya sin Messi, podría ser el inicio de una época para la dupla Martínez-Álvarez