las razones de un viaje para despedirse de un aliado clave

Las primeras barricadas de tráfico en Berlín ya se levantaron la semana pasada en preparación para la primera visita oficial de estado de un presidente estadounidense desde la reunificación alemana. Pero luego llegó la noticia del meteorólogo y del propio presidente Joe Biden: el huracán Milton se acercaba a Florida y la visita de Biden tendría que esperar.

La espera no fue larga, pero la visita reprogramada para este viernes no será la gran celebración que originalmente planearon los funcionarios alemanes.

Biden tenía previsto este viernes una bilateral con el canciller Olaf Scholz y el presidente Frank-Walter Steinmeier, en el que podría ser el último viaje a Europa de su presidencia. Luego, en agenda figura una reunión multilateral con el presidente Emmanuel Macron de Francia y el primer ministro Keir Starmer de Gran Bretaña para discutir la estrategia para la guerra en Ucrania.

La rapidez con la que los funcionarios estadounidenses reprogramaron la visita subrayó el deseo de Biden de ir a Alemania a medida que se acerca el final de su mandato. El presidente busca mostrar solidaridad con un aliado clave, Scholz, quien ha apoyado a Biden en temas estratégicos y que elogió la agudeza mental y la fortaleza de Biden este verano, en medio de llamados directos para que el presidente ponga fin a su candidatura a la reelección.

La visita también resalta la fortaleza de una alianza germano-estadounidense que Biden ha trabajado arduamente para reconstruir después de cuatro años de erosión bajo el expresidente Donald Trump.

Biden, llegó el jueves por la noche abordo del Air Force One para regresar a casa antes de la hora de cenar el viernes y pasar menos de 24 horas en tierra en Alemania.

La visita original estaba destinada a estar llena de pompa en honor a Biden. Gran parte de eso ha sido descartado, incluido un almuerzo oficial de estado, que a su vez era una versión reducida de las grandes cenas que suelen marcar las visitas ceremoniales de los jefes de Estado.

El nuevo cronograma podría brindar un impulso a Scholz, quien ha luchado con índices de aprobación cada vez más bajos en su país, pero que se ha convertido en uno de los aliados más visibles y confiables de Biden en el escenario global.

Aún así, el viaje es una prueba de la importancia de Alemania y de Scholz para el presidente estadounidense. En un discurso ante los legisladores el miércoles, Scholz dijo que Biden “simboliza una mejora increíble en la cooperación en los últimos años”.

La asociación germano-estadounidense ha sido especialmente crucial en apoyo a Ucrania, y Alemania jugó un papel decisivo para asegurar la liberación de Evan Gershkovich, el periodista estadounidense retenido en Moscú durante 16 meses. La participación de Berlín fue crucial porque mantuvo al prisionero que el presidente Vladimir Putin quería a cambio de Gershkovich.

El viernes, el apoyo a Ucrania volvió a ser un tema destacado, ya que se esperaba que los líderes occidentales discutan el futuro de Ucrania y su plan para lograr la victoria.

«Es un símbolo muy fuerte para los europeos, tanto occidentales como orientales y hasta Ucrania, que el Occidente político se está reuniendo aquí de una manera muy visible», dijo Daniela Schwarzer, ex directora del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores.

Karine Jean-Pierre, secretaria de prensa de la Casa Blanca, dijo a los periodistas el miércoles que llegar a Alemania era una alta prioridad para Biden.

El presidente, dijo, “se ha sentido muy convencido de este viaje, de uno de nuestros socios, aliados, que ha sido firme, ciertamente, en asociación con él en lo que se refiere a la defensa de Ucrania. Y el presidente realmente quería viajar a Alemania para agradecer directamente al canciller Scholz”.

Scholz ha transmitido un especial orgullo por su estrecha relación con Biden. «Espero con ansias su visita y estoy agradecido por la buena cooperación entre el presidente estadounidense y yo», dijo el miércoles.

Pero, si bien los funcionarios del gobierno elogian la estrecha amistad entre Estados Unidos y Alemania, muchos ven la visita de Biden como potencialmente el fin de una era en la que el principal foco de atención de Washington era Europa.

“Creo que en Europa debemos ser plenamente conscientes de que la administración Biden fue probablemente la administración más centrada en las relaciones transatlánticas”, dijo Anton Hofreiter, experto en política exterior y miembro del Partido Verde en el Parlamento alemán. “En particular porque Biden, simplemente a causa de su edad, está mucho más profundamente arraigado en las relaciones transatlánticas que incluso Obama y que todos los futuros presidentes de Estados Unidos probablemente lo estén”.

Christopher F. Schuetze y Jim Tankersley

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