La confirmación del veto presidencial a la ley de movilidad jubilatoria por parte de Diputados dejó algunos datos llamativos en la votación. Desde el voto positivo del presidente de la Cámara baja, Martín Lousteau, hasta el promocionado apoyo de cinco radicales que en la previa a la sesión de este miércoles pasaron por la Casa Rosada para llevarse una foto con Javier Milei.
La votación arrojó 153 votos a favor de la ley sancionada en junio, que fueron aportados por el kirchnerismo, la mayoría de la UCR, Encuentro Federal, la Coalición Cívica, la izquierda y algunos provinciales. El conglomerado opositor no contó con la adhesión de Innovación Federal, la bancada que comanda Pamela Caletti, que optó por la abstención, aunque el voto de la salteña no quedó registrado en el acta oficial.
Innovación, un espacio que responde a los gobernadores Alberto Weretilneck (Río Negro), Gustavo Sáenz (Salta) y Hugo Passalacqua (Misiones) había sido parte de los 160 votos que aprobaron el proyecto en la sesión del 5 de junio.
Ya se sabía de antemano que el radicalismo tenía confirmadas las bajas del tucumano Mariano Campero, el cordobés Luis Picat, el neuquino Pablo Cervi y el misionero Martín Arjol, quienes habían votado por la afirmativa y en esta sesión decidieron respaldar el veto presidencial.
A ellos se sumó el correntino Federico Tournier, quien asumió en reemplazo de Alfredo Vallejos que fue designado ministro de Seguridad de su provincia por el caso del chico Loan, quien aún se encuentra desaparecido.
Lo cierto es que la cuenta final -con 248 diputados presentes- arrojó que al oficialismo le alcanzaba con 83 votos para blindar el veto. Es decir que los cuatro radicales que cambiaron su voto, en realidad, no eran necesarios. Sólo hubieran sido clave con el total de los legisladores presentes. Sin embargo, no se puede negar que los cinco votos radicales le permitieron al oficialismo celebrar con cierta holgura.
El oficialismo también recibió una mano del PRO, más allá de que el larretista Alvaro González cumplió con lo que venía amenazando en la semana y cambió su voto al apoyar el proyecto de movilidad jubilatoria que en junio había rechazado.
Cristian Ritondo logró reducir el nivel de inasistencia del bloque del PRO y este miércoles contó con 4 de los 7 diputados que faltaron en junio. Así tuvo los votos de Silvia Lospennato, María Eugenia Vidal, la cordobesa Belén Avico y el rionegrino Anibal Tortoriello.
A ellos se suma la entrerriana Nancy Ballejos, que asumió en esta sesión en reemplazo del radical Pedro Galimberti, que renunció a su banca tras el sugestivo nombramiento del gobernador Rogelio Frigerio como Delegado de la Comisión Técnica Mixta (CTM) de Salto Grande.
El oficialismo contó con el apoyo de los 37 miembros de La Libertad Avanza, incluyendo a Martín Menem, quien estaba habilitado para votar por tratarse de un proyecto que necesitaba una mayoría especial. También se agregó a Rocío Bonacci, quien había quedado en el ojo de la tormenta por haber participado en la visita de los 6 libertarios a un grupo de represores detenidos en Ezeiza. La santafesina no había estado cuando se aprobó el proyecto en junio.
Otra de las diputadas que participó en la visita a los genocidas, Lourdes Arrieta, quien dejó el oficialismo para armar un bloque propio, se abstuvo en la votación de este miércoles cuando en junio había votado en contra.
En tanto, las sanjuaninas María de los Angeles Moreno y Nancy Picón Martínez, quienes responden al gobernador Marcelo Orrego y en la primera votación se habían abstenido, en esta oportunidad votaron a favor del veto del Gobierno.