En esta nota se explora la relación histórica entre los ferrocarriles y los clubes de fútbol, siendo los primeros impulsores en muchos casos de los segundos, como se podrá apreciar.
El fútbol tal cual lo conocemos tuvo su inicio en la segunda mitad del siglo XIX en el Reino Unido. Si bien la expansión de este deporte fuera de Europa ocurrió en la década de 1860, su gran auge comenzó a partir de 1880. En la Argentina, el primer club de fútbol fue el Buenos Aires Football Club, que comenzó a funcionar en 1867 en la ciudad de Buenos Aires.
Entre los clubes de fútbol que actualmente están activos, el Club Mercedes, de la ciudad homónima en la provincia de Buenos Aires, es el más antiguo del país, habiendo sido fundado en 1875. La Asociación del Fútbol Argentino nació en 1893 como “Argentine Association Football League” y es la más antigua de América. Dos años antes había nacido otra entidad similar, que tuvo una efímera vida y no es reconocida como pionera.
Los ferrocarriles argentinos tuvieron una etapa de enorme crecimiento en su red, entre 1890 y 1914. Durante esos años y a lo largo de la primera mitad del siglo XX, muchos de los directivos y empleados de las empresas ferroviarias instaladas en el país -principalmente las inglesas- tomaron la iniciativa de crear clubes para facilitar la realización de deportes de ellos y sus familias, en especial, fútbol, golf, hockey sobre césped, cricket y bocha inglesa.
Se instalaron en el país una gran cantidad de entidades deportivas, las que tuvieron un rol importantísimo en la difusión de esos deportes, principalmente el fútbol. Sin dudas este último es el gran deporte nacional y la pasión que lo caracteriza tuvo en sus orígenes una identidad ferroviaria.
Es importante destacar que en Inglaterra el Club Manchester United fue fundado en 1878 con el nombre de Newton Heath LYR Football Club por empleados del ferrocarril Lancashire and Yorkshire Railway Company. En Uruguay, nacía a principios de la década de 1890 el Central Uruguay Railways Cricket Club, que luego, en 1901, se convertiría en el Club Peñarol, en honor al barrio enclavado en los alrededores de los talleres ferroviarios.
La fundación de la mayoría de los clubes ferroviarios en la Argentina se dio principalmente entre 1910 y 1930 producto de la iniciativa de los jefes de concesiones de origen inglés y francés, como manera de proporcionar actividades recreativas y deportivas a sus trabajadores, transfiriendo mayormente los de mayor predicamento en sus países de origen. Estas instituciones crecieron y se desarrollaron al amparo del apoyo financiero de las concesiones como también de las cuotas sociales que aportaban los asociados.
Ya en 1950 y con la nacionalización de los ferrocarriles, la conducción pasó a manos de los trabajadores de los ferrocarriles, ya nacionales, hecho que continúa hasta nuestros días.
Sin ánimo de ser taxativos -dado que esta lista es sin dudas más amplia-, podemos mencionar más de 119 clubes con identidad ferroviaria.
Estas menciones son sin dudas incompletas, hay otros emprendimientos deportivos de origen o relación ferroviaria de gestión sindical. Serán bienvenidos los aportes de mayor información al respecto.
La lista antes citada, es la siguiente:
La tradición ferroviaria en deportes sigue viva. En este sentido, merece una mención especial el Club Social y Deportivo La Fraternidad, ubicado en Ing. Maschwitz, Escobar, Buenos Aires, que se fundó en 2019.
Más recientemente, la Asociación del Personal de Dirección de Ferrocarriles y Puertos Nacionales inauguró su Centro Deportivo en Victoria, provincia de Buenos Aires.
También muchos clubes ajenos a la actividad ferroviaria se han visto beneficiados por el ferrocarril. Entre otros clubes como Boca Juniors, Racing e Independiente han recibido terrenos de origen ferroviario donde han construido sus importantes estadios.
Vale aclarar que algunos clubes están vinculados desde el momento de su creación a ferrocarriles construidos por el Estado Nacional, no por empresas de origen británico o francés.
Entre los clubes de identidad ferroviaria antes citados, un caso emblemático está constituido por el Club Deportivo Ferrocarril General Mitre, ubicado en Miguelete, partido de San Martín, provincia de Buenos Aires, que actualmente está presidido por Omar Arístides Maturano, secretario General del Sindicato La Fraternidad.
Este club fue fundado el 26 de abril de 1924 por las autoridades británicas del exFerrocarril Central Argentino en un gran terreno que estuvo destinado a una gran playa de cargas que no se concretó. Allí se emplazó un excelente green de golf, donde se han hecho torneos internacionales, como también canchas de tenis y otras actividades deportivas y sociales.
AI producirse el traspaso de los ferrocarriles al dominio de Ia Nación el 1° de Marzo de 1948, bajo Ia presidencia de Juan Domingo Perón, este club no solo cambió su denominación a la actual, sino que además, abrió sus puertas a Ia comunidad.
Esta entidad es socia fundadora de varias asociaciones que rigen el deporte en la Argentina. Cuenta con espacios para desarrollar las siguientes disciplinas federadas amateur: fútbol, papi fútbol sobre césped sintético, golf sobre cancha de nueve hoyos, hockey sobre césped sintético con riego de agua, hándbol sobre piso de parquet, tenis sobre ocho canchas iluminadas, bocha inglesa sobre césped natural (entre las cinco únicas de nuestro país), pelota paleta, paddle sobre canchas vidriadas, gimnasio de musculación y fitness, footgolf, natación, eventos sociales y culturales, escuela de iniciación deportiva y colonias de vacaciones.
En este club se ha desarrollado Ia capacidad deportiva de una gran cantidad de jóvenes, formando destacados deportistas que integraron o integran los Seleccionados Nacionales de Hockey y Handbol, habiendo muchos de ellos obtenido medallas doradas en los Juegos Olímpicos. Los espacios de este club son cedidos habitualmente y en forma gratuita a Ia Municipalidad de General San Martín, como así también a escuelas de bajos recursos de su zona de influencia, para la organización de colonias de verano y de actividades de educación física.
La actividad de clubes como los citados en esta nota resulta fundamental para el desarrollo de la cultura social y es, a la vez, como hemos citado, generadora de importantes deportistas, muchos de los cuales llegan a destacarse en todos los ámbitos y niveles.
—————–
Sobre los autores: Claudio Molina es analista en Bioenergías y Ferrocarriles. Pablo Martorelli es presidente del Instituto Argentino de Ferrocarriles (IAF). Colaboraron Patricio Luis Duhalde y Juan Carlos Poggi