WASHINGTON.- La intensa campaña que Donald Trump y gran parte de su órbita habían lanzado para persuadir al Comité del Nobel de que fuera premiado este viernes, envalentonados por los avances para sellar la paz entre Israel y Hamas, habían generado una fuerte expectativa en Washington que se disipó de un plumazo en plena madrugada, con el anuncio desde Oslo de que la galardonada era la líder opositora venezolana María Corina Machado.
Entre los más fervientes seguidores del líder republicano la decepción fue in crescendo esta mañana, pero, lejos de una capitulación a ver su líder galardonado con el Nobel de la Paz en el futuro, ya empezó la campaña por “Trump 2026″.
Por la mañana, antes de que se conociera la reacción del propio Trump, la Casa Blanca dejó trascender su disgusto con la decisión, a través del director de comunicación, Steven Cheung, que consideró que el Comité tomó una decisión que puso “la política por encima de la paz” al otorgar el reconocimiento a Machado en lugar del presidente norteamericano, quien había manifestado abiertamente que quería ser distinguido con el galardón.
“El presidente Trump seguirá alcanzando acuerdos de paz, poniendo fin a guerras y salvando vidas. El Comité del Nobel probó que pone la política por encima de la paz”, escribió Cheung en la red social X, un dardo directo.
“Tiene el corazón de un humanitario, y nunca habrá nadie como él, capaz de mover montañas con la fuerza pura de su voluntad“, destacó el funcionario.
Por la tarde, en un intercambio con periodistas en el Salón Oval, Trump fue consultado por el galardón para Machado. “La persona que recibió el Nobel me llamó hoy y me dijo: ‘Acepto esto en tu honor porque realmente lo mereces’. Un gesto muy lindo. No dije ‘entonces dámelo’… creo que ella lo merece“, señaló Trump -sin mencionar por su nombre a la líder opositora-, lo que despertó risas.
“Fue muy amable, y la he estado ayudando en todo momento. Venezuela necesita mucha ayuda, es un desastre“, dijo el presidente, que aprovechó para enumerar los conflictos que según la Casa Blanca fueron resueltos durante esta gestión. ”Estoy contento porque salvé millones de vidas», recalcó.
Antes del anuncio del Comité se había especulado de forma insistente sobre la posibilidad de que el premio fuera concedido al presidente norteamericano, alimentada en parte por el propio Trump y amplificada por la aprobación esta semana de la primera fase de su plan para un alto el fuego en la Franja de Gaza, que incluye la liberación de los rehenes israelíes que siguen en manos del grupo terrorista Hamas.
La activista Laura Loomer, muy cercana a Trump y que ganó prominencia en los círculos políticos de la extrema derecha norteamericana, fue una de las más filosas y apuntó directamente contra Machado.
“La ironía de que Machado haya ganado el Premio Nobel de la Paz es que sus acciones están fomentando y promoviendo activamente un cambio de régimen violento en Venezuela, y aparece en Fox News todos los días esperando que paguemos por ello, a pesar de estar llena de dinero», disparó.
«¿Cómo es que nadie habla nunca de lo rica que es esta mujer? ¿De dónde sacó su dinero? ¿Cómo es que su impulso a un cambio de régimen es pacífico? “, se preguntó Loomer. ”Trump realmente está trabajando para poner fin a las guerras”, remató.
En el mundo MAGA (Make America Great Again, el lema del presidente) y muchos seguidores del magnate esta misma mañana se empezó a instalar la campaña para impulsarlo como ganador del Nobel en 2026.
“Con el anuncio de hoy no podemos olvidar los logros de Trump. En tan solo unos meses, ha traído la paz al mundo, negociando acuerdos históricos para poner fin a guerras que han durado décadas. Además, hemos visto a innumerables líderes mundiales pedir su nominación para recibir este gran honor. Espero que el Comité lo tenga en cuenta al seleccionar al próximo ganador del premio; ¡debería ser Trump!“, reclamó en X el senador republicano Rick Scott, de Florida.
Curiosamente, Scott, junto al actual secretario de Estado, Marco Rubio, y otros políticos habían firmado una carta el 26 de octubre del año pasado dirigida al al Comité del Nobel respaldando la nominación de Machado como candidata al Nobel de la Paz.
“En nuestra labor como formuladores de políticas que luchamos por la democracia y los derechos humanos frente a regímenes dictatoriales en el hemisferio occidental y más allá, rara vez hemos sido testigos de tanto coraje, altruismo y firme comprensión de la moralidad como en Machado», destacaron.
El propio Rubio -que como jefe de la diplomacia norteamericano es un actor central en las resoluciones de conflictos de las que se jacta Trump- había definió a Machado como la “Dama de Hierro venezolana”, en un artículo escrito en abril pasado con motivo de su inclusión en la famosa lista de las personas más influyentes de 2025 publicada por la revista Time.
“Desgraciadamente para Trump, el panel de cinco jueces noruegos tomaron su decisión hace semanas. Pero… ¿el galardón del próximo año? Honestamente, ¿quién sabe?“, escribieron el jueves los autores del newsletter Playbook, de Politico, Jack Blanchard y Dasha Burns.
La reacción de Trump a la premiación de Machado, que destacó la labor del presidente norteamericano en su agradecimiento al Comité, se produjo poco después, con un diálogo con la dirigente venezolana.
“Estamos en el umbral de la victoria y hoy más que nunca contamos con Trump, el pueblo de Estados Unidos, de América Latina y las naciones democráticas del mundo como nuestros principales aliados para lograr la libertad y la democracia”, había escrito antes la líder opositora.
Antes que eso, esta mañana, a través de Truth Social había reposteado el mensaje de Machado en X.
“Es casi seguro que Trump será nominado al Premio Nobel de la Paz 2026, aunque su inclusión en la lista de finalistas dependerá del Comité. Las posibilidades del presidente de ganar el galardón dependen de varios factores, entre ellos la durabilidad de los acuerdos de alto el fuego que su régimen ayudó a pactar en 2025″, señaló Newsweek en un artículo titulado ¿Puede Trump ganar el Nobel de la Paz 2026?.
Desde su regreso a la Casa Blanca, el 20 de enero pasado, Trump había insistido repetidamente en que merecía el Nobel de la Paz por su papel en la resolución de numerosos conflictos.
Trump reiteró su afirmación en la víspera del anuncio del premio de la paz, diciendo que su mediación en la primera fase de un alto el fuego en Gaza esta semana fue la octava guerra que había terminado desde su regreso al poder.
“Resolvimos siete guerras o conflictos importantes, y esta es la número ocho. Y la que pensé que sería, quizá, la más rápida de todas sería la de Rusia y Ucrania. Aunque creo que eso también va a suceder», señaló Trump el jueves en una reunión de gabinete.
“Sea lo que sea que hagan, está bien. Sé esto: no lo hice por eso, lo hice porque he salvado muchas vidas”, dijo el mandatario, en referencia a la decisión del Comité del Nobel.
“Creo que la principal conclusión es que el comité vuelve a demostrar su independencia, que no se deja influir por las opiniones populares o los líderes políticos a la hora de otorgar el premio”, afirmó Halvard Leira, director de investigación del Instituto Noruego de Asuntos Internacionales.
“La oposición democrática de Venezuela es algo que Estados Unidos ha apoyado con entusiasmo. Por lo tanto, en ese sentido, sería difícil que alguien considerara este premio como un insulto a Trump”, agregó el experto.
Consultado en una conferencia de prensa en Oslo por la campaña de lobby en torno a Trump, el presidente del Comité noruego, Jorgen Watne Frydnes, respondió: “Creo que este Comité ha visto todo tipo de campañas y atención mediática. Recibimos miles y miles de cartas cada año de personas que quieren decirnos qué es lo que, para ellos, conduce a la paz”.
“Este comité se reúne en una sala llena de retratos de todos los laureados, y esa sala está llena tanto de coraje como de integridad. Así que basamos nuestra decisión únicamente en el trabajo y la voluntad de Alfred Nobel”, agregó.
Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó el viernes que su par norteamericano “hace mucho por la paz”, citando el como ejemplo el cese del fuego en Medio Oriente, pero señaló que no le correspondía a él decidir si era merecedor o no del Nobel.
Los expertos en el Premio Nobel en Oslo habían insistido en los días previos al anuncio del viernes que Trump no tenía posibilidades, ya que sus políticas de “Estados Unidos Primero” (America First) contravienen los ideales del premio, según los términos establecidos en el testamento de Alfred Nobel de 1895.
“Si el proceso de paz en Medio Medio tiene éxito, si el plan de 20 puntos se implementa y vemos una paz sostenible a largo plazo en la región, es un paso importante. Y si, mediante una mayor presión sobre Putin, logra instaurar la paz en Ucrania, creo que [Trump] sería, y debería ser, un candidato sólido”, declaró el exsecretario general de la OTAN Anders Fogh Rasmussen.
