Ayer a la noche a través de las redes sociales empezaron a circular imágenes de Justin Bieber y su esposa Hailey Bieber saliendo de uno de los restaurantes de sushi más recurridos por las celebridades, Nobu Malibu, en Los Ángeles. La pareja, que pasó alrededor de dos horas en el lugar, se retiró a bordo de un Tesla Cybertruck, el más reciente y controvertido modelo de la firma de Elon Musk.
El hecho no pasó inadvertido, ya que se trata de una camioneta futurista que no solo impacta por ser estéticamente parecida a un tanque de guerra, sino que es tema de debate desde su la primera vez que fue nombrada por Musk en 2019.
El lanzamiento del modelo se atrasó más de dos años y las primeras entregas comenzaron en diciembre de 2023.
Con su carrocería de acero inoxidable y sus ángulos agudos, el diseño del Cybertruck generó tanto admiradores como detractores. Eso sí, no deja a nadie indiferente. No se parece a las pick ups de Ford, General Motors y RAM, que dominan el mercado estadounidense. Es un intento -exitoso para algunos y ridículo para otros- de redefinir radicalmente el concepto de lo que es una camioneta.
Sus dimensiones son 5.89 metros de largo, 2 metros de ancho y 1.91 metros de alto, con una caja de carga de 2 metros que le permiten cargar 1600 kilos, remolcar cerca de 6500 y acelerar más rápido que un Porsche 911. Además, las puertas se abren automáticamente cuando el conductor se acerca.
El vehículo está disponible en tres versiones: una con motor único con tracción trasera, una con motor dual con tracción total, y otra con tres motores también con tracción total. Cada una de estas configuraciones tiene diferentes características en términos de rendimiento y autonomía.
El modelo más potente (el de tres motores) puede acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 2.9 segundos, cifras que rivalizan con autos deportivos de lujo.
Dependiendo del modelo, la autonomía oscila entre los 400 km y los 800 km con una sola carga, lo que lo convierte en uno de los vehículos eléctricos más eficientes en términos de distancia recorrida.
En su momento, Musk respondió con videos en los que el Cybertruck es utilizado para transportar acero y arrastrar maquinaria en una obra. “Es un camión increíblemente útil. No es sólo una exhibición grandilocuente”, dijo Musk en esa ocasión, y añadió: “Como yo”.
Exhibido públicamente por primera vez en 2019, el Cybertruck sufrió retrasos en la producción derivados de su extraño diseño y la elección de acero inoxidable en lugar del acero más ligero o el aluminio típicamente utilizado en automóviles y camiones.
Por ese motivo, las ventas se retrasaron más de dos años, y Musk advirtió a los inversores que es posible que Tesla no pueda fabricar la camioneta en grandes volúmenes hasta 2025.
“Habrá enormes dificultades para alcanzar el volumen de producción con el Cybertruck para lograr que el flujo sea positivo”, declaró en octubre último el empresario.
En materia de precios, la versión más económica disponible está en US$80.000 y la tope de gama llega a los US$100.000. En el sitio web de Tesla aparece una versión 4×2 del Cybertruck que se venderá por US$61.000, pero desde 2025.
Justin y Hailey Bieber no son los primeros famosos avistados en el Cybertruck de Tesla, y tampoco serán los últimos. Entre la lista de nombres que fueron asociados con este modelo en público están Lady Gaga, Pharrell Williams, Serena Williams, Kim Kardashian, Jay Leno, Spike Lee y Bad Bunny.
Volviendo a Bieber, el cantante de Baby y Love Yourself, entre otros hits del pop moderno, es un sabido entusiasta de los fierros. En su colección cuenta con modelos como un Lamborghini Aventador S, un futurista Rolls-Royce Wraith 103EX y una Ferrari F430 roja con carrocería y llantas en negro que compró cuando apenas tenía edad para manejar, 16 años.
Con esta última marca tiene una historia con más odio que amor.
La casa de Maranello lo vetó de la lista de clientes de Ferrari por una serie de comportamientos que la marca considera como una falta de respeto hacia sus valores y prestigio. Entre estos estaban el cambio de color de la carrocería de una Ferrari 458 Italia (de blanco a un azul eléctrico a través de un servicio de personalización ajeno a Ferrari); y por haber subastado un modelo sin consultar primero a la compañía, cosa que también va en contra de las políticas de la marca.
