¿Por qué? Porque según sus cálculos, cuando el país duerme, el surtidor se activa con descuentos. Pero en San Juan, los estacioneros locales creen que ni el insomnio va a alcanzar para entusiasmar a los automovilistas.
Los expendedores de combustible, se ponen serios, pero no tanto como el insomnio que haría falta para que esta medida funcione. “Lo que plantean es bajar los precios en horas de poco movimiento para que la gente deje de llenar el tanque a las seis de la tarde como si fuera Black Friday”, dijo. Buena intención, pésimo timing.
Algunos hacen futurología sin bola de cristal: “No creo que nadie se levante a las 2 de la mañana para cargar nafta con un 1 o 2% de descuento”. O sea, tenés que poner la alarma, salir con la lagaña pegada, hacerle cucharita al surtidor y todo para… ¡ahorrarte 700 pesos! Ni para un combo en el cine alcanza.
Según los cálculos de los expertos en sopor, los únicos que tal vez podrían aprovechar la “promo murciélago” son los transportistas que cargan litros como si fueran tanques de guerra. Pero el automovilista promedio, ese que lucha por encontrar el control remoto, no va a mover un dedo por esa rebajita simbólica.
Y mientras el país espera mágicas rebajas nocturnas, la realidad del sector estacionero es más dramática que comedia de sábado por la tarde: ventas en picada, un 12% menos en general, 25% menos en naftas y un 30% menos en GNC. Un espanto. “Estamos mal. Sobrevivimos bajando costos, sumando servicios, pero sin tocar al personal ni cerrar estaciones”, explican
Así que ya sabés: si te levantás a las 3 AM, no es para ir a cargar nafta… es porque tenés insomnio, te peleaste con la almohada o te olvidaste de guardar la yerba en la heladera.