Después de dos jornadas libres, River volvió al trabajo este miércoles en el Camp de Ezeiza. Sin los jugadores seleccionados (Paulo Díaz en Chile, Nicolás Fonseca en Uruguay y Claudio Echeverri, Franco Mastantuono y Agustín Ruberto con la Sub-20 de Argentina), y con los lesionados en proceso de recuperación, el plantel ‘millonario’ comenzó una semana larga de trabajo antes de jugar el próximo partido que será el jueves 21 ante Independiente Rivadavia en Mendoza, luego del receso por la doble jornada de Eliminatorias Sudamericanas. Y aprovecharon para aplicarles la primera dosis de la vacuna del dengue.
Entre los futbolistas que están en proceso de recuperación se encuentran Germán Pezzella (fatiga muscular en el gemelo derecho), Marcos Acuña (lesión muscular en el isquiotibial izquierdo), Enzo Díaz (fue operado el martes de una hernia inguinal y tras el reposo comenzará la rehabilitación). Y también estaban Agustín Sant’Anna (sinovitis en la rodilla derecha) e Ignacio Fernández (distensión muscular en el recto anterior izquierdo), quienes ya fueron dados de alta.
‘Nacho’ ya está a disposición para jugar. El “cerebro” del plantel se había lesionado en la previa de la revancha contra Atlético Mineiro y ya se encuentra en condiciones de regresar para el encuentro de la semana que viene en Mendoza. El asunto ahora es: ¿qué hará Gallardo con él?
Para el Muñeco, Fernández es un jugador muy importante. Tanto dentro como fuera de la cancha. Y considera que su presencia dota de inteligencia y experiencia al equipo. Pero también hay una realidad: el rendimiento del mediocampista bajó considerablemente en los últimos meses. Y, en contrapartida, en los tres partidos en los que estuvo ausente, el nivel del mediocampo, con Maximiliano Meza en su lugar, creció.
Al entrenador de River, entonces, se le presenta una nueva disyuntiva. Aunque, en esas situaciones siempre fue claro: juega el que mejor se encuentra. “Hay una competencia interna y cuando uno va observando que un futbolista está mejor, juega”, afirmó el laureado entrenador. Y ese mensaje va para todos, sea cual sea el nombre. Pasó con el colombiano Miguel Borja, por ejemplo.
Nacho sabe, a esta altura con 34 años y habiendo sido un jugador clave en el primer ciclo de Gallardo y parte fundamental de aquel grupo, lo que piensa el Muñeco, su manera de manejarse y su método de trabajo. Entonces, no es descabellado elucubrar que cuando vuelva a jugar lo haga entrando en los segundos tiempos.
Foto: Fotobaires De hecho, cuando se inició este segundo capítulo del hombre de la estatua como DT de River, en agosto, Nacho arrancó como suplente. Y luego de ponerse mejor desde lo físico y con algunas buenas apariciones ingresando desde el banco, recuperó la titularidad. Aunque, después, su nivel decreció y el equipo lo sintió.
En el medio de esta coyuntura, también hay rumores acerca del futuro de Nacho. Se suele mencionar una posible vuelta a Gimnasia de La Plata, aunque todavía le queda un año más de contrato en River. Y él piensa cumplirlo. Por eso mismo, puede que, a partir de ahora, su presencia empiece a darse más en momentos puntuales, algo así como pasó con otros históricos como Leonardo Ponzio en su momento o como sucede con Milton Casco ahora, quien ante las lesiones de Acuña y Enzo Díaz volvió a ser titular en el lateral izquierdo. Y Gallardo lo puso como modelo.
“Para mí Milton Casco es un ejemplo de profesional. Sostenerse en River durante tantos años… Eso pasaba antes, en la época de los ´70, ´80. Él está desde 2015 y sostenerse en River durante nueve temporadas es un montón. Solamente lo puede hacer un tipo que mira para adelante, es profesional, se entrena, si juega o no juega siempre está con la misma disponibilidad. No es el mismo Casco que veíamos hace cinco o seis años, pero el tipo está presente y eso lo hace solamente alguien que está con la cabeza enfocada para seguir jugando en River o que por lo menos lo tengan en cuenta», comentó el Muñeco sobre el defensor entrerriano.
Quizás, a Nacho le empiece a tocar mirar para adelante desde un lugar similar al de Casco.