En un universo paralelo al de los denominados “ganadores de la pandemia”, Morfy tuvo la receta para expandirse en el actual contexto, marcado por la crisis del consumo. Mientras que la actividad de bares y restaurantes en la Ciudad de Buenos Aires registra una constante baja -que en junio alcanzó el 18,1% interanual-, según datos del Instituto de Estadística y Censos porteño, la aplicación, que funciona como una guía gastronómica, crece traccionada por consumidores en busca de descuentos y de locales ávidos de levantar las ventas.
“La industria gastronómica está en un estado de meseta. Las personas se interesan cada vez más por los precios y buscan descuentos, mientras que los restaurantes están más abiertos a hacer promociones agresivas. Nuestro principal foco son los locales de gama media -bodegones, cervecerías y restaurantes, por ejemplo- pero también sitios de categoría están ahora abiertos a hacer todo tipo de promociones para atraer nuevo público”, explicó Tomás Calvagna, CEO de Morfy a LA NACION.
Para el emprendedor, la plataforma nació de la convicción de que había una necesidad real y un gran negocio detrás, pero con la completa ignorancia de que llevar esa idea a un producto sería tan difícil. Fundada por Juan Ignacio Caffa, Tomás Calvagna y Matías Tebele a finales de 2021, hoy Morfy se posiciona como una app que permite a los usuarios ver propuestas gastronómicas, adquirir los productos mediante diferentes medios de pago, y dejar reviews, entre otras funcionalidades. A la fecha, reúne a más de 1,5 millón de usuarios, 20.000 restaurantes en la modalidad de guía, y cerca de 1000 restaurantes que ofrecen promociones. En los últimos 12 meses, registró transacciones por US$5 millones, cifra que prevén que se duplique el próximo año.
Morfy nació como un spin off de El Club del Bajón, hoy una de las comunidades foody más grandes de América Latina en redes sociales. Calvagna creó la cuenta en 2017 como hobby: “Cuando salía a comer con amigos recomendaba lugares. Al tercer mes, me tomé el proyecto más en serio y me propuse vivir de él”, explicó. Para ese entonces, trabajaba para una agencia de Marketing y vivía con sus padres, por lo que pudo destinar la mayor parte de su sueldo a la cuenta. Un año después, cuando ya le generaba pequeños ingresos, tomó la decisión de abocarse a él de lleno.
“Organicé un primer evento para un comercio, un poco de casualidad. Cerramos el local un domingo y, a través de mi cuenta, que ya tenía 100.000 seguidores, convoqué a las personas a acercarse y disfrutar de un menú promocional. Desde las 12 del mediodía, se formó una fila tremenda que duró todo el día. Eso me dio el puntapié para meterle con todo”, aseguró Calvagna. A raiz de ello, además, comenzó a gestionarle las redes sociales, lo que le dio lugar a crear su propia agencia de Marketing. Hoy, El Club del Bajón lleva las cuentas de más de 70 restaurantes en la Argentina, entre los que figuran cadenas como Mostaza y Dean & Dennys, y locales de dueños individuales.
Durante la pandemia, ambos negocios dispararon en direcciones contrarias. Mientras que la cuenta El Club del Bajón despuntó y creció de 100.000 a casi 1 millón de seguidores en 2020, en un inicio, la agencia se vino abajo, como correlato del cierre de los locales. No obstante, ante las primeras aperturas, la curva comenzó a subir desde abajo: “Los locales necesitaban más contenido y vender por canales digitales. Tuvimos un gran crecimiento en todo sentido, de equipo, de clientes y de seguidores”, afirmó.
Para 2019, Calvagna el negocio ya había comenzado a dar un nuevo giro. “Uno de mis mejores amigos de la infancia, Juan Ignacio Caffa, volvió de un intercambio estudiantil en Lisboa, y tenía la intención de armar una aplicación similar a lo que Morfy es hoy. Unimos ambas ideas y comenzamos a trabajar en conjunto”, indicó.
Con 19 años, contrataron una software factory para el desarrollo del producto mediante una inversión de US$15000, aunque su lanzamiento quedó trunco ante la pandemia. Tiempo después y frente a la auditoría de un tercero, descubrieron que el código estaba mal construido. “Nos habían estafado. Éramos dos en el equipo y sabíamos que nos faltaba alguien más que entendiera de tecnología: ahí se sumó Matías Reveles, nuestro actual chief technology officer, quien revisó el código y arrancó el desarrollo nuevamente desde cero”.
Para Calvagna, había dos necesidades claras en la industria: “Restaurantes de diferentes provincias querían mostrar su propuesta y por medio de la cuenta se nos hacía imposible llegar a todos lados. A la par, recibíamos consultas de usuarios sobre los mejores lugares para salir a comer, y no había ninguna aplicación que brindara esa información curada. Tripadvisor, normalmente, reunía a locales de renombre y costosos, mientras que Google no estaba enfocado al 100% en gastronomía. Vimos muchas oportunidades de mejora”, destacó.
De acuerdo con Calvagna, desde el día uno, Morfy fue un boom, gracias a la comunidad que tenía detrás: el día del lanzamiento, la app registró 20.000 descargas y la rueda empezó a girar. Durante el primer año, el negocio se solventó con una inversión 100% propia, destinada a la campaña de Marketing y a la contratación de empleados, que rondó los US$20.000.
Al año de su lanzamiento, Morfy abrió una primera ronda de capital y levantó cerca de US$60.000 por parte de inversores ángeles, monto que fue destinado a la conformación del equipo -desarrolladores y comerciales- y a la mejora de funcionalidades.
En 2023, la empresa participó de un programa de inmersión desarrollado por la aceleradora chilena de emprendimientos digitales Platanus Ventures, mediante la que recibió también una inyección de US$100.000. En ese marco, a finales de ese año, Morfy habilitó los pagos a través de la app. “Hasta entonces, los restaurantes abonaban una suscripción fija para estar en la app, dado que no teníamos manera de chequear la cantidad de transacciones. Los consumidores se acercaban a cada local, escaneaban un QR y pagaban allí. A partir de este nuevo desarrollo, cambiamos el modelo y ya no cobramos la suscripción, sino un porcentaje de lo transaccionado a través de la app. Los consumidores abonan su pedido desde la app y luego se acercan al local con QR para su consumo o retiro”, explicó Calvagna.
Y más recientemente, este año, la empresa levantó otros US$500.000 en una ronda de fondos de capital de riesgo e inversores ángeles del ecosistema tech de América Latina, liderada por Mr. Pink. De acuerdo con los emprendedores, el objetivo principal es expandirse y desembarcar en Chile, a la vez que mejorar el equipo tecnológico e incorporar funcionalidades, como el diseño de listas personalizadas de restaurantes. “En Chile no hay una aplicación 100% similar. Una de las que figura es GoodMeal, la cual apunta al rescate de excedentes de alimentos que diversos restaurantes comercializan a un precio 50% más barato”, indicó.
A largo plazo, para los creadores de Morfy, el objetivo va más allá. El pipeline contempla una próxima ronda de inversión, a fin de levantar nuevamente capital y plantar bandera en México, y la transformación de la app en una suerte de red social con presencia en toda América Latina.