El dato es elocuente. Lo mide la consultora Experis, que le pregunta a más de 700 empresas de tecnología del país el siguiente cuestionario: el próximo trimestre, ¿vas a contratar? ¿a mantener igual la plantilla? ¿o a despedir?
Lo hace cuatro veces por año, una para cada trimestre. La novedad es un dato revelador: por primera vez en cuatro años que se hace el estudio, la tendencia dio negativa. Más empresas piensan en reducir personal que en aumentar, con un neto del -6 por ciento.
Del total de encuestados, un 27% piensa aumentar, 37% se quedará igual, y un 33% anticipa que reducirá en el trimestre que va de julio a septiembre. Marcelo Roitman, Managing Director de la empresa, sostiene que “se nota una desaceleración de la contratación. Muchas empresas están cambiando el foco de su estrategia”, explica. Y agrega: “No sé si es preocupante, es para estar atento a cómo sigue evolucionando. También está la economía local: si bien tenés compañías globales despidiendo, lo que le pasó a los que exportan fue que el tipo de cambio oficial se unificó y se ordenó la macroeconomía, y a la vez esa baja le golpea al profesional y a las empresas que exportan. Ya no son tan competitivos por ejemplo para venderle a los Estados Unidos”, agrega como uno de los motivos “locales”.
Y señala algunos coletazos inmediatos que transforman una industria históricamente dinámica. “La escasez de talento bajó mucho. Antes 9 de cada 10 decía que era muy difícil encontrar talento, ahora es 6,5”.
La industria del conocimiento sigue creciendo sus exportaciones en los últimos años. Sin embargo, el “talento” presenta algunas cuestiones a mirar, sobre todo en la Argentina. En el último tiempo se conoció que Globant (en medio de la caída en su valor bursátil) despidió de forma global al 3 por ciento de su plantilla y también tuvo el cierre de algunas oficinas físicas. Algunas otras compañías del sector, según pudo saber LA NACION, vienen con retiros voluntarios o desaceleración en el ritmo de contratación. Otras, agudizaron sus políticas de trabajo presencial, que algunos en la industria señalan que podrían ser “incentivos” a la renuncia.
Los motivos de la desaceleración no terminan allí. Aparecen desde empresas (los clientes que contratan servicios IT) revisando sus inversiones tecnológicas en medio de temblores económicos mundiales; hasta otras que empiezan a apostar fuerte por la inteligencia artificial, no como reemplazo de todo el personal humano, pero sí de algunas tareas. En síntesis: hacer más, pero con menos empleados.
El fenómeno local no termina en la frontera. Según el sitio Layoffs.fyi, este año, del sector IT a nivel global se despidieron 22 mil trabajadores (en todo el año pasado fueron 150 mil). Empresas como Microsoft, Amazon o Meta aparecen en el listado de las que recientemente tuvieron desvinculaciones.
El último informe del Observatorio Permanente de la Industria del Software y Servicios Informáticos de la Argentina, que elabora la Cámara del Software (CESSI) –salió en abril– marca que el sector exportó más de 2600 millones de dólares durante el año pasado y que hay al menos 158.179 empleados en la industria (no contempla la totalidad) y que ese número viene creciendo al 4 por ciento anual. Sin embargo, sí está atento a la evolución de estos números.
“Respecto al impacto de la IA, estamos observando una reconfiguración en la dinámica del empleo. Si bien actualmente el foco está puesto en los perfiles más senior; de hecho, la cantidad de búsquedas activas así lo confirman, el talento junior ya empieza a requerir otro tipo de capacitación para adaptarse a los nuevos desafíos; y seguir creciendo”, señala Pablo Fiuza, presidente de la CESSI.
Sobre este punto, Roitman agrega algo, más enfocado en lo económico. “Entre junior y semisenior, con los sueldos actuales, no sos competitivo con otros países de la región, como Colombia. Pero sí más arriba, donde tenés gente bien formada”, señala.
Este punto es central. Un alto ejecutivo de una empresa de tecnología señala: “el impacto se ve en los puestos menos formados o de menor experiencia. Creo que es donde más se va a sentir la desaceleración en la contratación”.