“La clase media está en peligro. Hay que cuidarla”. El diagnóstico, mezclado con un reclamo, es una de las premisas del libro Clase media. Mito, realidad o nostalgia, que acaba de publicar Guillermo Oliveto y que fue presentado ayer junto a Jorge Fernández Díaz en el Auditorio de Amigos del Bellas Artes.
Con la presencia de empresarios, consultores, diplomáticos y periodistas, Oliveto recorrió los cambios que vivió la sociedad argentina en los últimos 50 años, y que en su detallado y profundo análisis tuvo su punto de partida en el Rodrigazo de 1975, que representó un primer cimbronazo para la clase media argentina.
“Para muchos argentinos, hoy ser de clase media significa ante todo no ser pobre”, aseguró Oliveto, licenciado en Administración de Empresas por la Universidad de Buenos Aires, speaker y columnista del diario LA NACION. “Durante décadas, la Argentina fue el país de la clase media como fenómeno. Cuando hacíamos focus, la respuesta más común era ‘todos somos clase media’. Y hoy, cada vez nos encontramos con más gente que ya no se identifica como clase media, sino como clase trabajadora”.
Fernández Díaz fue el encargado de abrir la charla con su visión sobre “el país bueno” que representaba la Argentina de la inmensa clase media. “En los 60, principios de los 70, había un país bueno, con una inmensa clase media, pleno empleo, convivencia entre las clases y sin grandes peligros. No era todo ideal, pero había una sociedad con una ética del trabajo y que creía en el progreso. Pero esa Argentina se fue achicando”, explicó el consagrado escritor.
Oliveto, que desde hace más de treinta años se especializó en el análisis de los hábitos y comportamientos de los consumidores argentino, precisó que la transformación se explica a partir de cuatro grandes traumas que vivió la clase media argentina. Al Rodrigazo inicial durante el gobierno de Isabel Perón se sumaron las hiperinflaciones de Raúl Alfonsín y Carlos Menem, la crisis de 2001 y la pandemia y cuarentena del covid. “Después de esta sucesión de traumas, hoy estamos ante una sociedad mucho más partida, con un consumo que también es dual. Por un lado, tenés un crecimiento muy fuerte en la venta de autos o electrodomésticos, pero con los alimentos cayendo en el primer trimestre de este año un 8,5% y las bebidas con -20%”.
En la presentación del libro, Oliveto también hizo una mención al fenómeno que significó la irrupción de la figura de Javier Milei en la sociedad argentina. “Una porción muy importante de la clase media le puso una ficha a un candidato como Milei, que llegó con la motosierra y la idea de hacer un ajuste. Lo novedoso que vivimos en 2024 fue una recesión con ilusión, pero esa esperanza hoy está condicionada. Lo que plantea aquella sociedad que hizo un enorme esfuerzo en 2024 es que este sea el año de la micro. Es decir, que tiene que ser el año donde empieza a sentir los beneficios de los esfuerzos que están haciendo”, explicó.
Dejando un lugar para la esperanza, Oliveto también se hizo un espacio para hacer una profesión de fe sobre el rol de la clase media en la Argentina y su futuro: “Yo creo en la clase media, en sus valores, que son el trabajo, el mérito y la educación como motor de la movilidad ascendente. Hay una reserva activa, que todavía está viva”.