La Bombonera sacó un cancionero fulminante contra los jugadores y Gago, pero al final hubo aplausos y la gente armó su fiesta bajo la lluvia

La noche del cabildo abierto en la Bombonera se transformó en la noche de la playlist y, como si fuese una plataforma de música, La Doce confeccionó una lista de numerosas y antiguas canciones para manifestar su descontento por la eliminación en la Copa Libertadores contra Alianza Lima. Fueron noventa minutos sin descanso a puro cántico de los hinchas, quienes apuntaron principalmente contra los jugadores para después armar su propia fiesta. Y, adentro, los futbolistas acusaron recibo y vencieron 1 a 0 a Rosario Central por gol de Milton Giménez.

Todo transcurría en una tensa calma hasta que irrumpió La Doce y, con un cancionero fulminante, se manifestó principalmente contra los jugadores, más allá de los ruidosos silbidos para cuando se anunció a Fernando Gago en los altoparlantes. Los dirigentes, por su parte, fueron los únicos que la sacaron barata: no existieron menciones para Juan Román Riquelme y el Consejo de los históricos.

Se fue llenando de a poco la Bombonera y la sensación (errada, por cierto) más grande era que los hinchas llegaron cansados, con pocas ganas. Ya sea de alentar o de manifestar su bronca. Un dato no menor y sintomático: hasta el jueves a la medianoche estaba la posibilidad de comprar entradas en casi todas las ubicaciones. El que primero se topó con la gente fue Agustín Marchesín, uno de los apuntados tras la eliminación copera por pedir el cambio en los penales. Y el arquero salió ileso: fue despedido con muchos aplausos cuando terminó de hacer la entrada en calor.

Una cuestión llamó la atención: los jugadores locales no hicieron los trabajos precompetitivos en el campo de juego. Se informó que se tomó la determinación para no estropear el césped, castigado por la lluvia. Vale decir que los futbolistas rosarinos tampoco saltaron al campo de juego.

Para cuando la voz del estadio dio la bienvenida, toda la atención se fue a las pantallas gigantes ubicadas a los costados de los palcos. Se iba a anunciar a los jugadores. El más aplaudido fue el juvenil Milton Delgado (seguido por Marchesín), uno de los mejores contra los peruanos. Hubo reprobación para Marcos Rojo y, se dijo, silbidos generalizados para Fernando Gago. Primera conclusión: para los hinchas el máximo responsable del papelón en la Libertadores fue el DT.

¿Qué pasó con Edinson Cavani, el que erró el gol imposible? Hubo más aplausos que indiferencia para con el Matador. “Somos responsables de haber quedado afuera. Lo tenemos que asumir como grupo, porque somos nosotros los que salimos a la cancha. Hay que trabajar porque esto sigue, representamos al más grande y hay que dar la cara y revertir lo que pasó”, dijo el uruguayo. Y sumó: “Mil veces ví la jugada del gol errado, son de esas acciones que te quedan en la retina. En el fútbol estas fatalidades pasan y solo te entristece un poco lo que pasó. La única receta es seguir laburando, levantarte al otro día, meterle toda la energía, ganas, esto sigue, buscando que las cosas marchen, funcionen”.

“Yo a Boca lo quiero y lo llevo adentro del corazón”, cantó parte de la Bombonera cuando los jugadores estaban por salir del el túnel. Todo parecía amistoso. Hasta que apareció La Doce en acción para contagiar al resto: “Hoy vinimos a ver a Boca/que en la copa nos falló/con la hinchada no se juega/la p…que lo parió”, fue el hit ochentoso que se prolongó por las tribunas. Siguió un sonoro “a ver/a ver los jugadores si pueden oír/con la camiseta de Boca es matar o morir”. Y después: “La camiseta de Boca/se tiene que transpirar/y si no, no se la pongan/vayansé no roben más”.

El gol tempranero de Milton Giménez calmó un poco los ánimos. Y Boca no brilló, pero generó varias situaciones de peligro. El clima cambió y los hinchas, los que verdaderamente hacen grandes a las instituciones, hicieron una fiesta pese al malestar de época. La Bombonera se unió en distintas coreografías para pedirle a Dios por un buen año, para exigir más entrega y para afirmar que son ellos los que están en las buenas y en las malas mucho más.

Otra fuerte reprobación bajó cuando Gago se fue al vestuario tras el primer tiempo. Ni la victoria parcial salvó al entrenador que ya tiene el boleto picado. Además hubo aliento para Cavani, que volvió a fallar dos imposibles en el primer tiempo y otra en el complemento. Otra vez está sin confianza el goleador uruguayo, que recibió un pequeño murmullo cuando perdió una pelota sobre el final del duelo.

«Y ya lo ve/y ya lo ve/el que no salta/se fue a la B», fue una de las últimas canciones ya bajo una intensa lluvia. Al cabo, fue emocionante el espectáculo que montó la hinchada, que dijo lo que tenía que decir para después demostrarle al mundo por qué el fútbol argentino es el más pasional del planeta. ¿Y cómo terminó la noche de la playlist? Como debía: con los jugadores aplaudiendo a los hinchas.