FILADELFIA.- Unas elecciones presidenciales sin precedente en la historia de Estados Unidos entraron el lunes en su último día completo, con Donald Trump, Kamala Harris y sus campañas luchando por llevar a sus partidarios y a los indecisos a las urnas en una contienda que cada uno describe como un momento existencial para el país. Este lunes realizarán actos en Pensilvania.
Incluso después de los inesperados eventos de los últimos meses, el electorado está dividido por la mitad, tanto a nivel nacional como en los siete estados disputados que se espera que decidan el ganador el martes, aunque lo reñido de la contienda significa que podrían pasar días antes de que surja un vencedor.
Pero los sondeos pueden ser engañosos, especialmente en Estados Unidos donde no cuenta el voto popular para ganar las elecciones sino los del Colegio electoral. Cada estado tiene un número de delegados o compromisarios proporcional al tamaño de la población y hacen falta 270 sobre un total de 538 para hacerse con la presidencia. Por eso se centran en los siete estados claves en los que ningún partido tiene el voto asegurado. Pensilvania es posiblemente el más importante de ellos.
Esto es lo que está pasando en la campaña de EE.UU.:
Kamala Harris pasará este 4 de noviembre en Pensilvania, cuyos 19 votos electorales ofrecen mayor premio entre los estados que se espera que determinen el resultado del Colegio Electoral. La candidata demócrata terminará con un mitin nocturno en Filadelfia que incluirá la presencia estelar de Lady Gaga y Oprah Winfrey.
Harris dice haber emitido su voto por correo en su estado natal de California mientras hacía campaña en estados clave durante las últimas horas de la carrera presidencial.“Sí, esta carrera va a ser reñida, pero vamos a ganar. Y una de las razones es que tú vas a votar”, dijo Harris en un video publicado durante el fin de semana en las redes sociales.
Con una pegatina que decía “Yo voté” debajo de un prendedor con la bandera en su solapa, levantó su boleta por correo y dijo “yo hice la mía. La enviaré por correo”.
Donald Trump, tiene previsto cuatro mitines en tres estados distintos, empezando en Raleigh (Carolina del Norte) y deteniéndose dos veces en Pensilvania, con actos en Reading y Pittsburgh. Terminará su noche, y probablemente pasará las primeras horas de la mañana del día de las elecciones, en Grand Rapids, Michigan. Esa es una tradición de campaña para el expresidente que también realizó mítines de último día allí durante sus campañas de 2016 y 2020.
Trump planea emitir su voto en Florida el día de las elecciones, a pesar de haber dicho anteriormente que votaría anticipadamente.
Ambos parecen esperanzados por la gran participación, con más de 78 millones de votos emitidos por anticipado. Trump promete una “victoria abrumadora” y su rival cree que el “ímpetu” la beneficia a ella. Nunca hasta ahora Estados Unidos había tenido que elegir entre dos candidatos tan diferentes. El expresidente ha intensificado su retórica violenta en busca de un segundo mandato, que lo convertiría en el primer presidente convicto y, a sus 78 años, en el mandatario de mayor edad.
En una carrera llena de sobresaltos, incluidos dos intentos de asesinato contra Trump y el abandono del presidente Joe Biden, Harris hizo una entrada en escena tardía. Por un lado, la vicepresidenta espera que la defensa del derecho al aborto le abra las puertas de la Casa Blanca.
Por el otro, Trump confía en su retórica antimigrantes, a los que acusa de “envenenar la sangre del país”, y la inflación, con una campaña que no ha escatimado golpes, incluso contra sus rivales, a los que tacha de “enemigo interno”.
El domingo llegó a decir a sus seguidores que no le importa si los periodistas son blanco de disparos y entró en los pormenores espeluznantes de crímenes cometidos por inmigrantes en situación irregular. ”¡Kamala estás despedida, lárgate!”, repite en sus mítines a sus seguidores. El republicano agitó el fantasma del fraude electoral una vez más, lo que hace temer que no reconozca el resultado si pierde, como hizo en 2020 tras ser derrotado por Biden.
Ayer, en Míchigan, Harris cortejó a la comunidad áraboestadounidense, compuesta por unas 200.000 personas enfadadas por el apoyo militar de Estados Unidos en la guerra entre Israel y Hamas en la Franja de Gaza. Les prometió hacer “cuanto pueda para poner fin a la guerra en Gaza”.
Ambos candidatos cuentan con apoyos excepcionales. Trump con el hombre más rico del mundo, Elon Musk, y sus polémicos sorteos de un millón de dólares diarios a votantes registrados. Y Harris con el expresidente Barack Obama y su esposa Michelle. Biden se ha prodigado poco desde un desliz en el que se refirió a los partidarios de Trump como “basura”.
El mundo sigue con nerviosismo las elecciones en la superpotencia mundial, en particular por sus repercusiones en Oriente Medio y la guerra en Ucrania, pero también por los efectos comerciales de las promesas proteccionistas en China o México.
Un juez del disputado estado de Pensilvania decidirá este lunes si suspende el regalo de 1 millón de dólares al día de Elon Musk a los votantes registrados antes de las elecciones presidenciales de Estados Unidos. La audiencia se celebra justo un día antes de las elecciones. Musk y su comité de acción política apoyan a Trump.
Desde el 19 de octubre, Musk, presidente ejecutivo de Tesla , ha estado dando un cheque de un millón de dólares cada día a un votante elegido al azar que haya firmado su petición de apoyo a la libertad de expresión y los derechos sobre las armas.
La oferta de Musk se limita a los votantes registrados en los siete estados que se espera que decidan las elecciones: Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin.
El fiscal de distrito demócrata de Filadelfia, Lawrence Krasner, demandó a Musk y a su comité de acción política ante un tribunal estatal el 28 de octubre para intentar bloquear el sorteo. Krasner, defensor de las causas progresistas, calificó la iniciativa de lotería ilegal que viola las leyes estatales de protección del consumidor. También alegó que las personas que reciben el dinero de Musk “en realidad no son elegidas al azar”, citando a dos ganadores que asistieron a dos mítines a favor de Trump.
Musk y su America PAC trataron de trasladar el caso a un tribunal federal, argumentando que la demanda de Krasner planteaba cuestiones sobre los derechos de libertad de expresión y la interferencia electoral que pertenecen a un tribunal federal.
Pero el viernes, el juez de distrito Gerald Pappert, del tribunal federal de Filadelfia, dijo que el caso pertenecía al tribunal estatal y más tarde ese mismo día el juez Angelo Foglietta programó una vista sobre el caso.
Agencias Reuters, AFP y AP