
El periodista económico Ismael Bermúdez pintó un panorama sombrío sobre la actualidad del país, basándose en los últimos datos difundidos por el INDEC. Entre los aspectos más destacados, señaló la caída del consumo en supermercados y mayoristas, el repunte de ventas en shoppings —“donde compra la gente con más plata”—, el deterioro del comercio exterior y el posible impacto de estos factores en el empleo.
Según indicó, mientras las ventas en centros comerciales crecieron un 19,2% en abril frente al mismo mes del año anterior, en los autoservicios mayoristas hubo una baja del 2,9%, y en supermercados apenas un alza del 0,5%. “Ahí se entiende por qué los precios bajaron un poco en los mayoristas: no va nadie”, ironizó Bermúdez, al remarcar la diferencia cada vez más marcada entre los hábitos de consumo de distintos sectores sociales.
También anticipó que el dato de desempleo que se conocerá este jueves será clave: “Puede haber un aumento del desempleo, porque el trabajo registrado sigue cayendo. Y habrá que ver qué pasa con la economía informal, donde trabaja el 40% de los ocupados”.
En cuanto al frente externo, Bermúdez alertó que “el superávit comercial se viene achicando”. Aunque las exportaciones crecen, las importaciones aumentan a mayor ritmo, lo que reduce la entrada de divisas al país. “Para cubrir ese hueco, el Gobierno recurre a más deuda: préstamos del FMI, asistencias del Banco Mundial y colocación de bonos en pesos a tasas altísimas”, explicó.
Afirmó que, en este contexto de consumo retraído e inflación que todavía no da alivio en los bolsillos, una suba del desempleo podría agravar la situación. “Cuando más personas salen a buscar trabajo y no lo consiguen, el desempleo sube. Puede ser una madre que antes no trabajaba y ahora necesita aportar ingresos, o un joven que deja de estudiar porque en su casa ya no lo pueden sostener”, ejemplificó.
Además, destacó un dato llamativo: en la región de Cuyo (Mendoza, San Juan y San Luis) se registraron las mayores ventas en electrónica, electrodomésticos y computación. Según dijo, sería importante saber si esos productos son de origen nacional o importados, ya que eso incide directamente en las estadísticas de consumo y en la balanza comercial.
“Veremos si los números oficiales confirman estas tendencias”, cerró Bermúdez. “Pero si la baja de la inflación no mejora el ingreso real y encima sube el desempleo, estamos frente a una situación muy delicada”.

