En el sistema tradicional, el IPV construye viviendas con un 70% o más de fondos nacionales, pero el cambio de gestión frenó este ingreso de fondos para construir viviendas. A pesar de esto, desde la provincia decidieron continuar con la construcción de casas y posterior entrega, empezando por los barrios que tenían más avances y que ya habían sido sorteados. En total, esta repartición del ministerio invirtió en lo que va del año 42.000 millones de pesos. De estos, 37.000 millones fueron para la reactivación de viviendas cuyas obras estaban ralentizadas o totalmente frenadas. El resto fue para operatorias individuales que ya se habían autorizado antes, lo que se conoce como créditos para construir.
A principio de año había 46 barrios en cartera, con 1012 viviendas en total. De estos, 13 se terminaron en los primeros meses y fueron entregados a sus nuevos adjudicatarios. Los restantes 33 conjuntos están todavía en obra, con expectativa de que una parte se entregue durante el 2025. Parte de estos barrios se iniciaron desde cero, que fueron los últimos en entrar en actividad, por lo que la reactivación se considera completa.
CIFRA
42.000 millones de pesos se destinaron al IPV, la mayoría para terminar barrios y una parte para operatorias directas.