Luego de los graves incidentes que ocurrieron en la previa de la final de la Copa América que disputaron Argentina y Colombia, la Conmebol emitió un insólito comunicado en el que se deslinda de las responsabilidades y acusa a las autoridades del Hard Rock Stadium de Miami como quienes tomaron las decisiones que se tomaron y que generaron un descontrol general.
«Como es de conocimiento, en la final disputada en Miami, fueron a las inmediaciones del estadio hinchas sin entradas, lo cual demoró el acceso normal de las personas que sí las detentaban lo cual enlenteció el ingreso y determinó el cierre de puertas«, expresó el ente del fútbol sudamericano presidido por el paraguayo Alejandro Domínguez.
Y agregó: «Ante esa situación Conmebol estuvo sujeta a las decisiones que tomaron las autoridades del Hard Rock Stadium, acorde a las responsabilidades contractuales, establecidas para la operación de seguridad».
«Además de las disposiciones determinadas en dicho contrato, Conmebol recomendó a dichas autoridades los procedimientos probados en eventos de esta envergadura, los cuales NO fueron tomados en cuenta«, continuó el texto, con ese énfasis.
En el documento emitido, Conmebol lamenta los hechos de violencia «producidos por personas malintencionadas» y estropeado lo que se había organizado como una fiesta del fútbol.
Los primeros dos párrafos del comunicado son dedicados a felicitar a los equipos finalistas de la Copa América 2024, Argentina y Colombia, y a detallar las cifras récords que tuvo esta edición en cantidad de público, sedes, audiencia y personal dedicado a la organización.
El presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez. Foto: AFP.La comunicación de Conmebol se publicó mientras trascendía otro bochorno de la organización: la detención del vice Ramón Jesurún, a su vez, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, por protagonizar una pelea con una agente de seguridad en la misma final por no permitirle tomar el ascensor que lo comunicaba con el campo de juego para asistir al momento de la premiación.
El estadio es propiedad de los Miami Dolphins, empresa de Stephen Ross, un magnate de los bienes raíces con su firma Related Companies y que tiene el 95% de las acciones de la franquicia de la NFL estadounidense.
El Hard Rock Stadium señaló que se hallan conversando con la Conmebol “para abordar esas preocupaciones individuales”.
Los graves incidentes comenzaron en los ingresos al estadio cuando hinchas sin entradas quisieron entrar a la cancha por la fuerza o por lugares sin vigilancia. Ante ello, los agentes de seguridad decidieron cerrar las puertas y hubo simpatizantes que quedaron atrapados en medio de una marea humana.
Allí hubo personas desmayadas, heridas y detenidos que fueron llevados por la policía local. Ante esto, y la incertidumbre de los jugadores con sus familiares, la final comenzó una hora y 22 minutos más tarde de los previsto.
El gobierno de Miami culpó a la Conmebol por los incidentes en la final de la Copa América
Por su parte, la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine-Cava, mostró su indignación sobre lo ocurrido con los hinchas en la previa del encuentro y acusó al ente de Domínguez por los incidentes.
«La Copa América es organizada por CONMEBOL, y el Departamento de Policía de Miami Dade (MDPD) brinda apoyo de seguridad junto con otras agencias de la ley. El MDPD asignó más de 550 oficiales al estadio, incluyendo nuestro Equipo de Respuesta Prioritaria, y está utilizando todos los recursos posibles para seguir garantizando una experiencia segura para todos los asistentes”, indicó la alcaldesa.
Daniella Levine-Cava afirmó que lo que pasó en la previa de la final de Copa América «nunca debería haber ocurrido o no puede volver a ocurrir».
«Trabajaremos con los líderes del estadio para garantizar que se realice de inmediato una revisión completa de los eventos para evaluar la cadena completa de sucesos, a fin de implementar los protocolos y las políticas necesarias para futuros partidos», indicó.