El cielo celeste y el calor intenso fueron la mejor escenografía posible para un partido que rápidamente pasará al olvido. Es que el 1-1 entre Independiente Rivadavia y Lanús en el Gargantini de la capital provincial no entregó mucho más que el punto que se llevó cada uno en su cruzada por llegar a los playoffs del Torneo Apertura de la Liga Profesional.
El primer tiempo fue flojísimo. Lo mejor fue una deficitaria definición de Walter Bou cuando encontró la pelota suelta y se la entregró a Ezequiel Centurión.
Pintaba distinto el complemento porque a los 28 segundos, en su primera llegada, Independiente Rivadavia se encontró con la ventaja. Una muy buena maniobra del recién ingresado Luis Sequeira siguió con un centro de Sebastián Villa que Ronaldo Dejesús no pudo despejar -solo desairó a Lautaro Morales con su peinada- y que encontró solo a Nicolás Retamar para que empujara el balón al fondo del arco.
Así, de la nada, el equipo de Alfredo Berti, parecía encaminarse a cortar la racha de tres partidos sin victorias. Hasta que Lanús, que no hacía demasiado, se topó con el empate después de que Fabricio Amato volteara a Dylan Aquino en el área y Bou se tomara revancha ante Centurión al acertar su penal.
Luego no pasó mucho más en Mendoza. En los segundos finales lo pudo ganar la Lepra, pero Villa se apuró y la terminó mal. Lo pudo ganar también el Grana, pero el cabezazo de Orozco picó y se fue junto al segundo palo. Fue 1-1. Justo. Y para el olvido.