El estado norteamericano de Texas sigue bajo emergencia. Las catastróficas inundaciones que azotan su centro, desde el 4 de julio, cobraron la vida de 134 personas, incluidos 37 niños, y derivaron en la desaparición de más de 170, mientras continúan las operaciones de búsqueda y rescate.
En las últimas horas volvieron las lluvias torrenciales que no solo causaron nuevas crecidas en los ríos Guadalupe, Lampasas y San Saba, sino que dificultan ahora los esfuerzos de los bomberos y la Guardia Nacional para localizar a las víctimas que se encuentran en peligro.
LN+ difundió imágenes de los destrozos, como una casa entera arrastrada por las inundaciones en Nueva México. En redes sociales también se viralizaron imágenes de numerosas casas rodantes deslizándose por un incesante torrente de barro.
Cientos de desaparecidos
Según medios estadounidenses, la búsqueda de desaparecidos podría prolongarse durante meses. Las autoridades informaron que desde el inicio del desastre natural logran rescatar alrededor de 900 personas.
La humedad tropical del Golfo de México sumado al suelo impermeable de la región, que no logra absorber el abundante agua, provocaron nuevas alertas por inundaciones. Aún se desconoce el paradero de una gran cantidad niños que se encontraban en varios campamentos de la zona. Se prevé un aumento significativo de la cifra de muertos.

