¿Quién dijo que la vida de un criminal no tiene glamour? Ahí va este ‘motoquero’ del delito, sin patente, sin remordimientos, pero con una mochila que parece el combo completo: 500 lucas, merca de ‘alta gama’ y, por si no fuera suficiente, un arma que ni siquiera le sirve para ser más ‘peligroso’. Claro, ¿y cómo olvidarnos de la joya de la corona? ¡La tobillera electrónica, porque la elegancia en el crimen no pasa de moda! verdadero ‘robo express’ de manual, pero con un toque de modernidad, como para decir: «Vieja me voy a robar un rato, pero con tecnologia»