El tipo andaba por Villa Chacabuco con un Chevrolet naranja que parecía gritar “quiero pasar desapercibido pero no puedo”, pero no le sirvió para escapar. Cuando lo frenaron, decidió hacer la clásica: tiró la mochila por la ventana, como si fuera un delivery fallido de “paquete sorpresa”.
La policía, lejos de quedarse con las ganas, agarró el botín: un combo que incluía un ladrillo de droga, medio ladrillo más y varias bolsitas blancas, todo bien envuelto y listo para la venta. Para medir tanto “producto”, Cheché no se olvidó de las balanzas digitales, porque no se puede vender sin precisión, ni en broma.
Por suerte, no llevaba armas, solo el Chevrolet naranja y su “carga”. Ahora, el campeón del “escapismo” está en manos de la Justicia Federal, donde seguramente extrañará su Chevrolet y a la mochila.