Fue un partido chato, sin emociones el que jugaron Godoy Cruz y Platense en Mendoza. Por lo que sucedió adentro de la cancha: un 1-1 gracias a un grosero error de Franco Petroli y a la mala fortuna de Juan Pablo Cozzani. Y por lo que se vio afuera: sin público, debido a la suspensión impuesta al Tomba por la agresión de un hincha a un juez de línea, el encuentro lució apagado.
A Platense, un equipo más trabajado de la mano de la dupla de Favio Orsi y Sergio Gómez, le fluyó más el juego e hizo notar las diferencias frente al conjunto mendocino, que tuvo el estreno de Esteban Solari en el banco. Sin embargo, el gol que abrió el marcador vino por un error garrafal de Franco Petroli, el arquero formado en River, quien le sirvió la pelota a Leonel Picco. Éste asistió a Taborda, la figura de la cancha, cómodo para definir con todo el arco a su merced. Previamente, Taborda había fallado dentro del área tras un envío cruzado de Franco Zapiola y luego pudo tomarse revancha el ex Boca.
En el complemento asomaba la reacción del Tomba, que tuvo más actitud que buen fútbol. Intentó quebrar la resistencia de su rival y llegó al empate gracias a un potente disparo de media distancia de Gonzalo Abrego, quien tuvo la fortuna de que la pelota pegue en el travesaño, dé en la espalda de Cozzani y fuera a parar al fondo de la red. El Calamar, refugiado en la ventaja parcial, priorizó el cero, pero terminó lamentando el empate, que no le sirve a ninguno de los dos.