Cuarenta y nueve días y siete fechas llevaba Godoy Cruz sin ganar. Apenas cuatro goles había anotado en ese lapso maldito en el que acumuló tres empates y cuatro derrotas y perdió a su DT, Daniel Oldrá. Toda esa oscuridad pasó al olvido ayer en el estadio Malvinas Argentinas. Porque el Tomba se aprovechó de un Banfield sin alma y sin juego, lo goleó por 4-0 y se garantizó un lugar en la próxima edición de la Copa Sudamericana.
El partido se abrió rápido. Iban dos minutos cuando Salomón Rodríguez probó desde muy lejos con un tiro libre que parecía inofensivo. Pero la pelota se desvió en Ignacio Rodríguez y dibujó una trayectoria inalcanzable para la reacción tardía de Sanguinetti.
Pudo estirar distancias en la primera media hora. Pero Salomón Rodríguez pareció haber dilapidado toda su buena fortuna en aquel grito inicial. Recién entonces se despertó el Taladro, que empezó a tener la pelota con Soraire como eje y se aproximó hasta la entonces inhóspita área defendida por Franco Petroli. Una palomita de Rodríguez desde el punto penal y una guapeada de De Ritis por la izquierda fueron las únicas, y tímidas, llegadas del equipo de Miguel Robinson Hernández en ese tiempo. Y también en el partido.
Godoy Cruz, tras el descanso, estiró distancias con un lindo gol de Juan Pérez, que definió ajustado y rasante conta el primer palo tras una buena maniobra individudal. Ese gol desactivó toda reacción de Banfield. Y ni qué hablar el efecto que causaron los dos cabezazos de Mateo Mendoza que transformaron el triunfo en paliza.
Preocupa el futuro del Taladro, que tendrá que cambiar mucho en 2025 para no vivir pesadillas. Necesita un buen DT -suena Ariel Broggi- y ser creativo en el mercado de pases. En las antípodas está el Tomba, que ya sabe que el año que viene se va de copas.