Gimnasia no logra salir de su laberinto. Por más que haya merecido llevarse la victoria en el segundo tiempo, cuando dominó el juego, no logró quebrar el cero en el arco de Luis Ingolotti. Después de tres triunfos consecutivos, hace ocho partidos que no gana (eliminación ante Boca en los penales por la Copa Argentina mediante) y el juego involuciona. Por eso sus hinchas se fueron calientes del Bosque platense ante Central Córdoba de Santiago del Estero, que sigue sumando.
En el primer tiempo, Gimnasia tuvo tres situaciones para resolver el duelo. La más clara fue un tiro de media distancia de Mateo Fernández que tapó Ingolotti abajo. Después, repartió la pelota con Central Córdoba, que llegó hasta La Plata con una línea de cinco, mucha intensidad y laterales que despegaron muy poco.
En el segundo tiempo, Marcelo Méndez se la jugó un delantero (David Salazar) por un marcador central (Leo Morales) y se hizo cargo de la iniciativa. Y se potenció con la expulsión de Cristian Vega, quien le metió un planchazo a Yonathan Cabral, lo que ameritó la roja directa de parte de Yael Falcón Pérez.
Sin embargo, pese al esfuerzo de Rodrigo Castillo, siempre pivoteando, empujando y abriendo el juego, no logró romper la red. Tuvo una muy nítida cuando Juan Pintado sacó un centro largo, Santino Primante la bajó para Pablo De Blasis y el 10 falló debajo del arco.
En el final, el partido se calentó con un cruce entre Iván Pillud y Mateo Fernández. El árbitro repartió amarillas. Y cada uno se llevó un punto.