El temporal que golpeó a Bahía Blanca dejó escenas devastadoras: calles convertidas en ríos, barrios anegados y pérdidas incalculables. Gerardo Vergara, boxeador nacido y criado en la ciudad, describió con angustia el difícil momento que atraviesa la comunidad: «Hay mucha gente desaparecida, hay muchos muertos». Conmovido por la situación, el superwelter lamentó los últimos acontecimientos meteorológicos que vienen azotando la ciudad: «El tiempo nos viene castigando bastante».
A finales de 2024, Tifón Vergara vivía el mejor momento de su carrera. Con 20 peleas como rentado y 13 victorias por la vía rápida, enfrentó al estadounidense Charles Conwell en el Toyota Arena de Ontario, Canadá. Aunque perdió por nocaut en el sexto round, el bahiense de 30 años logró exhibir su talento ante el mundo. No hubo otra que volver a empezar. Y en eso andaba el Tifón, que busca rival después de haber retomado los entrenamientos, cuando llegó el desastre.
«Vi amigos que perdieron todo, que quedaron con lo puesto. Hoy me crucé con una gente conocida y me dice que no tenían colchones. Volví a mi casa y le di el colchón de una de mis nenas«. Vergara nació y se crió en el barrio Spurr. Si bien sufrió el temporal y sus calles se inundaron, el agua no llegó a ingresar a su domicilio. «En la zona donde yo vivo no fue tan grave. Sí, por ahí en la calle. Ahí el agua te llegaba a la cintura», relata.
«Venimos de un 2023 en el que sufrimos un temporal de viento que fue histórico para la ciudad, un golpe grandísimo porque voló techo, tiró casas, paredones. Entonces, uno no termina de acomodarse que otra vez nos sacude. Es una locura lo que nos está pasando en la ciudad. Dos meses atrás tuvimos un granizo que rompió todo, de un tamaño inexplicable», continúa Vergara.
Los barrios de Ingeniero White y Cerri fueron esta vez los más afectados. “En Ingeniero White todavía están bajo el agua”, se lamenta Vergara, quien dio sus primeros pasos en el boxeo en el club Puerto Comercial, ubicado en White. Allí entrenaba junto a sus amigos. Hoy, ese lugar que lo vio crecer está completamente anegado. “El club está tapado de agua, vi fotos y videos con un metro y medio de agua”, describe.
Y sigue: «La gente la está pasando mal de verdad en el sentido de que perdió todo, perdió familia. Hay muchas personas desaparecidas, hay muchos fallecidos. La verdad que es una locura lo que pasó».
Vergara cuenta que Ingeniero White está pegado al mar. Y eso impide que el agua drene. «A White me acerqué porque tengo amigos muy cercanos. Les llevé agua potable porque no tienen. Además, de bidones de lavandina, trapos de piso… Cosas como para limpiar, para cuando les baje el agua», detalla.
«En mi casa no tengo luz y en Ingeniero White tampoco tienen», agrega y explica que situación dificulta las comunicaciones, ya que la señal es casi inexistente y los teléfonos ya se quedaron sin batería. Sin embargo, Vergara advierte que, poco a poco, el suministro eléctrico comienza a normalizarse en la ciudad.
El temporal que golpeó a Bahía Blanca dejó pérdidas incalculables.En medio del escenario desolador, el boxeador remarca la solidaridad de los vecinos cuando el personal de emergencia no daba abasto para asistir a los afectados: «Acá la gente se metía en las casas de sus vecinos para sacar a las personas que no podían salir o donde había chicos o gente mayor«.
Cuando se le preguntó sobre sus próximos pasos en los rings, Vergara no dudó: la prioridad hoy es ayudar a Bahía Blanca. Y recién una vez que se empiece a normalizar la situación se pondrá a pensar en volver a pelear.
«Voy a regresar a Estados Unidos. La idea es ponerme a entrenar a full, porque con mi récord y la cantidad de peleas que tengo, ya no hay combates fáciles. Así que la idea es estar bien preparado y seguir enfrentando lo que nos toque«, cierra.
