En el escenario político argentino, el presidente Javier Milei se encuentra rodeado de personajes que parecen sacados de una película de comedia. Entre promesas de auditorías y declaraciones explosivas, Milei ha dejado claro que «los chorros no van a tener paz». Milei mismo tiene que empezar a darse cuenta que está rodeado de ladrones y chorros que gobernaron el país los últimos años, y parece que no los combate, si no que se siente cómodo con ellos».