La salida del técnico argentino se produjo después de la derrota ante el Vasco en Sao Januario, en la penúltima jornada del campeonato Brasileño. El técnico se salteó la conferencia de prensa tras el partido y el director deportivo Víctor Bagy confirmó su salida.
«Después de una larga conversación en el vestuario, en la que debatimos mucho sobre nuestra situación actual con Milito, notando su cansancio, notando todos los esfuerzos que hizo en estos últimos partidos, pero no tuvimos una respuesta efectiva y resultados. Hablamos de cómo el cansancio mental, combinado con los resultados, nos hizo llegar a un consenso, tanto por parte de él como del club, de que no continuaríamos con el trabajo», explicó Bagy.
La valoración que la plana mayor dirigencial hizo del trabajo de Milito fue buena, pero la derrota con Botafogo caló hondo. De hecho, que el técnico no cambiara el equipo en la primera parte tras la expulsión de Gregore molestó a algunos propietarios del club.
«La idea era reevaluar el trabajo al final de la temporada, pero hablando ahí después del partido, se notó el cansancio de Milito y el entendimiento de que no podríamos sacar más rendimiento del que estamos teniendo. Entonces, el cambio es necesario. Tenemos un comité técnico permanente en la casa, el preparador físico Cristiano, que también es un gran profesional, Lucas Gonçalves que también es un profesional en el que confiamos mucho», afirmó Bagy, sobre el futuro.
Milito comandó al Galo en 62 partidos, con 23 victorias, 20 empates y 19 derrotas. Fue contratado en reemplazo de Luiz Felipe Scolari el 24 de marzo, firmando hasta finales de 2025.
Apenas asumió, el DT argentino disputó la final del Campeonato Mineiro, en el que derrotó a su clásico Cruzeiro y ganó el título estatal, el primero de su carrera como entrenador.
Pero de los últimos 15 partidos, solo ganó uno: la ida de las semifinales de la Libertadores contra River en Belo Horizonte.